Las continuas lluvias benefician no solo a los cultivos extensivos, sino también a las pequeñas parcelas destinadas a la producción de alimentos frescos. El coordinador de la Unidad de Gestión de Riesgos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Édgar Mayeregger, explicó que los reservorios están con mucha agua y que la temperatura es óptima para la siembra.
Además del tomate y locote, es temporada de la acelga, apio, brócoli, coliflor, espinaca, lechuga, perejil, arveja, repollo, zanahoria y en algunos casos hasta melón. También hay agricultores que se arriesgan con el cultivo de papa en una etapa no convencional, lo cual requiere de un manejo diferenciado, pero significa una oportunidad para aprovechar las posibilidades que ofrecen este clima. Sin embargo, los horticultores no deben bajar la guardia, pues en cualquier momento habrá que enfrentar adversidades. “Pueden presentarse plagas si no hay monitoreo y control posterior, pero no hay reportes que puedan generar situaciones problemáticas del sector”, advirtió Mayeregger.
A partir de este mes se espera que el tomate cubra el 100% de la demanda interna, pero la temperatura fresca podría retrasar su madurez. Para el funcionario del MAG, esto no representa un problema, sino lo contrario, podría ser aprovechado en la comercialización, ya que la cosecha se daría de forma más escalonada, evitando así una sobreoferta que desplome los precios.
La institución trabaja en la implementación de una aplicación de evaluación de riesgos donde aportarán tanto productores como funcionarios.