“Tenemos ventas realizadas, pero los embarques son lentos y se incrementan los costos de flete”, dijo el vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Sésamo, Gilberto Ozorio.
Asimismo, los trámites fitosanitarios y aduaneros se enlentecieron y las semillas tardan más en llegar a sus destinos, siendo Japón el principal mercado.
Explicó que los exportadores están asumiendo riesgos y que por el momento absorben los sobrecostos que generan las restricciones por la pandemia del coronavirus. En este sentido, siguen pagando G. 5.500 por kg a los productores y G. 6.000 en los centros de acopio, como se había acordado a principios de año, cuando la enfermedad aún no llegaba a Sudamérica.
En cuanto a la cosecha, comentó que también se registra una lentitud con relación al año pasado, de las 42.000 a 45.000 hectáreas, todavía falta recolectar el 20%. En esta campaña se espera conseguir unas 22.000 toneladas de sésamo orgánico.