Weinstein tomó por primera vez la palabra antes de conocer la sentencia y con voz grave, apenas inaudible, dijo estar “totalmente confuso” y sentir que “miles de hombres y mujeres están perdiendo su derecho legal debido”, pero también admitió “remordimiento por la situación”.
En primera fila de la bancada estaban las seis mujeres en el centro del caso: Las denunciantes Haley y Mann, que dieron dos emocionales discursos durante unos 40 minutos, y las cuatro testigos llamadas por la Fiscalía: Annabella Sciorra, Tarale Wulff, Lauren Young y Dawn Dunning, así como una amiga de la primera, Rosie Pérez. Entraron juntas y se abrazaron al final.
La fiscala asistente del caso, Joan Illuzzi-Orbon, comenzó pidiendo al juez la pena máxima, y agradeciendo su “sacrificio” a las mujeres que han denunciado y testificado, además de arremeter contra Weinstein, asegurando que se “emborrachó de poder” y citando comentarios de algunos entrevistados durante la investigación que lo describieron como un “depredador”, un “manipulador” y un “monstruo”. EFE