Luego de litigar más de cinco años por la recuperación de sus tierras que le fueron despojadas supuestamente por Óscar González Daher, su esposa Nélida Chaves y el propio Miguel Óscar Bajac, según la denuncia, Alicia Garcete, una de las propietarias de 42.000 hectáreas de la estancia Corochiré, Alto Paraguay, volvió al lugar el miércoles último, acompañando el allanamiento que realizó el fiscal de Filadelfia, Eduardo Cazenave, en el marco de una denuncia presentada por la afectada por robo y abigeato de unas 2.000 cabezas de ganado que le habían quitado tras un desalojo.
En la propiedad de los Garcete, que reivindicaron por usucapión unas 12.000 hectáreas, solo encontraron algo más que seis cabezas de ganado y unas pocas cabras y ovejas de lo que su familia había tenido en dichas tierras desde el año 1962, cuando su padre Críspulo Ramón Garcete se estableció en el lugar.
Durante el allanamiento encabezado por Cazenave se presentó como administrador de la estancia Jorge Duarte, de la empresa que actualmente tiene el dominio de dicho sitio; según el fiscal, fueron también descubiertos realizando desmontes sin permiso ambiental.
“Efectivamente, encontramos ganado con las marcas que la denunciante presentó, por lo que vamos a tomar todas las diligencias posibles para investigar el caso. Por de pronto, allanamos esta propiedad y encontramos varias evidencias”, dijo Cazenave.
El 24 de setiembre del 2017, Alicia Garcete, propietaria de la estancia Corochiré, se acercó a la redacción de Última Hora para denunciar la situación que se daba en las tierras que eran de su padre, don Críspulo Ramón Garcete, pero que tras un proceso judicial quedaron a favor de la empresa Panambí Porá, posteriormente Cinha Porá.
Los antiguos pobladores dijeron en su momento que, además de lo que consideran el despojo de sus tierras, los brasileños les robaron sus ganados, alrededor de 2.000 cabezas, que con mucho esfuerzo lograron mantener. Pero no solo eso, también todos los implementos agrícolas, como tractores y camiones que se encontraban en el lugar.
Según los antecedentes, el proceso de usucapión fue presentado ante el juez de Puerto Casado, Teobaldo Otazo, hoy ya fallecido, “quien poco o nada hizo para otorgar la legalidad de las tierras a sus verdaderos dueños”, comentó Garcete. Posteriormente, el caso quedó en manos del magistrado Gustavo Chilavert, según consta.
Chilavert había fallado en primera instancia a favor de la familia Garcete; sin embargo, en la Cámara de Apelaciones se favoreció a la empresa. “Cinha Porá, que también es Panambí Porá SA, empezó a apoderarse de las tierras, ya que presentó título firmado por la escribana Nélida Chaves, esposa del ex senador y ex presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, Óscar González Daher”, dijo la denunciante.
La contraparte había dicho que ya en el 2013 la Corte resolvió el caso en contra de la familia Garcete, por una orfandad probatoria. Mencionó además que posteriormente se realizó el desalojo y que se les dio la oportunidad de sacar sus animales. “Solo lograron sacar unos 200 y el resto se encuentra esparcido”, indicó.
Con el proceso de Óscar González Daher, la afectada Alicia Garcete había requerido que su caso sea nuevamente revisado en el fuero civil, ya que todo fue gestado con documentos falsos.