El Ministerio de Hacienda cerró con el Banco Mundial (BM) un nuevo préstamo por USD 240 millones para amortizar el saldo que está pendiente de cancelación por los bonos emitidos en 2013 y reabiertos en 2015.
La idea de la cartera fiscal era incorporar ese dinero dentro del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2023, pero como no se tiene certeza de cuándo acabarán las discusiones en el Congreso y los vencimientos son ya a mediados de enero, se busca asegurar esos fondos para no incumplir con los acreedores paraguayos, según explicó el viceministro de Economía, Iván Haas.
El secretario del Equipo Económico Nacional adelantó que el proyecto de ley se presentará al Congreso en las próximas semanas, con la idea de tener ya el crédito en caja entre fines de octubre e inicios de noviembre, considerando los tiempos legislativos.
Consultado sobre posibles retrasos en la aprobación de la ley, teniendo en cuenta las discusiones actuales sobre préstamos por USD 540 millones, dijo que el Plan B es salir nuevamente a los mercados internacionales a colocar nuevos bonos y de esos recursos cancelar el saldo. Esto último, sin embargo, podría representar incluso el doble de intereses.
El Ejecutivo había realizado en enero pasado el segundo canje anticipado de los bonos que vencen en 2023. En esa ocasión, se habían rescatado USD 221 millones, quedando pendiente de amortización USD 240 millones, de los USD 780 millones emitidos en 2013 y 2015 (ver infografía).
Participación. El préstamo que cerró el Estado con el Banco Mundial está en línea con las últimas decisiones del Ministerio de Hacienda sobre el financiamiento del PGN, debido principalmente a las tasas de interés.
En ese sentido, hace un par de meses, la cartera decidió suspender por el resto de este año las emisiones internas de bonos por los altos intereses que rigen actualmente en el mercado, producto de las continuas alzas en la tasa de política monetaria (TPM) como una forma de contener la inflación.
Para no descalzar el plan de gastos, Hacienda pidió al Congreso la aprobación de dos préstamos por USD 140 millones en sustitución de los títulos del Tesoro, fondos que ya fueron aprobados por Senado pero esperan el visto bueno de Diputados, en un momento bastante caldeado por el juicio político a la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez.
Asimismo, dentro del proyecto de ley de Presupuesto Público para el 2023, en etapa de consolidación final, el Poder Ejecutivo anunció días pasados que tomará nueva deuda por valor de USD 600 millones.
De ese total, entre USD 350 y USD 400 millones serían obtenidos mediante préstamos de organismos multilaterales y el monto restante vía bonos soberanos o internos. Esto también se debe a una suba de tasas internacionales producto de la inflación en Estados Unidos y representará para nuestro país un cambio en relación a los últimos años, donde los bonos tenían mayor participación que los créditos en el endeudamiento.
Alta ejecución
Las estadísticas del Ministerio de Hacienda, al cierre del primer semestre, indican que los bonos soberanos tienen una ejecución general del 95,5%.
Así, el reporte da cuenta que, de los USD 6.055,7 millones emitidos entre 2013 y 2022, se han transferido a las distintas instituciones públicas USD 5.773,9 millones, quedando pendientes USD 270,8 millones.
Estos números ya tienen como descontados los denominados gastos de emisión.