20 dic. 2025

Haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen

El papa Francisco reflexionó: “El Evangelio de hoy (cf Mateo 23, 1-12) está ambientado en los últimos días de la vida de Jesús, en Jerusalén; días cargados de expectativas y también de tensiones. Por un lado, Jesús dirige críticas severas a los escribas y a los fariseos, por otra deja importantes mandatos a los cristianos de todos los tiempos, por tanto, también a nosotros.

Él dice a la multitud: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan». Esto significa que ellos tienen la autoridad de enseñar lo que es conforme a la Ley de Dios. Sin embargo, justo después, Jesús añade: «Pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen» (v. 2-3). Hermanos y hermanas, un defecto frecuente en los que tienen una autoridad, tanto autoridad civil como eclesiástica, es el de exigir de los otros cosas, también justas, pero que ellos no ponen en práctica en primera persona. Tienen una doble vida. Dice Jesús: «Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas» (v. 4). Esta actitud es un mal ejercicio de la autoridad, que sin embargo, debería tener su primera fuerza precisamente en el buen ejemplo.

La autoridad nace del buen ejemplo, para ayudar a los otros a practicar lo que es justo y necesario, sosteniéndoles en las pruebas que se encuentran en el camino del bien. La autoridad es una ayuda, pero si está mal ejercida, se convierte en opresiva, no deja crecer a las personas y crea un clima de desconfianza y de hostilidad, y lleva también a la corrupción.

Jesús denuncia abiertamente algunos comportamientos negativos de los escribas y de algunos fariseos: «Quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas» (v. 6-7).

Esta es la tentación que corresponde a la soberbia humana y que no siempre es fácil de vencer. Es la actitud de vivir solo por la apariencia.

(…) Nosotros discípulos de Jesús no debemos buscar título de honor, de autoridad o de supremacía. (…) No debemos hacer esto, ya que entre nosotros debe haber una actitud sencilla y fraterna”.

(Frases extractadas de http://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2017/documents/papa-francesco_angelus_20171105.html).