A inicios de setiembre del 2017, la ex ministra de Hacienda Lea Giménez radicó una denuncia penal ante la Fiscalía por supuestos hechos de corrupción en la Essap, en el manejo de USD 3,1 millones de los fondos a rendir, durante la gestión de Osmar Ludovico Sarubbi al frente de la aguatera estatal. Los recursos fueron distribuidos entre 37 funcionarios de la empresa.
Las anomalías fueron reveladas a través de una extensa auditoría que realizó el Gobierno anterior, pero pese a las evidencias el caso está congelado en manos de la fiscala María Victoria Acuña.
Es más, funcionarios que fueron salpicados por la denuncia hoy nuevamente ocupan importantes cargos en la Essap.
“Nosotros estamos en investigación, no puedo adelantar mucho, es lo único que puedo decir. Estamos analizando la documentación que nos trajeron, porque hay algunas circunstancias (que analizar)”, expresó ayer Acuña ante la consulta de este medio.
Resaltó que “la auditoría está muy bien realizada”, pero que “hay ciertos datos que nosotros tenemos que verificar y que solicitamos ya a la Essap, como son temas que tienen que ver con los rubros, pero eso estamos analizando y hasta ahí te podría adelantar”. Asimismo, no quiso precisar en cuánto tiempo se tendrían imputaciones o si desestimarían la denuncia.
La auditoría mencionada fue realizada por la Auditoría General del Poder Ejecutivo.
VIVOS Y COLEANDO. Mientras las pesquisas continúan, los que “administraron” los fondos a rendir hoy ocupan cargos importantes en la empresa, como el caso de Miguel Quinto, ex gerente de redes de Asunción de la aguatera, quien hoy ocupa el cargo de director de la Essap, uno de los puestos más importantes después del presidente del ente.
Otro de los funcionarios mencionados en la denuncia es Osmar Osorio, cuando era asesor de la UOC del ente, quien ahora fue nombrado gerente anticorrupción.
Es importante señalar además que los funcionarios que más recibieron estos fondos, en su mayoría, siguen trabajando en la aguatera y son: el ex gerente administrativo Ricardo Brítez, que percibió G. 6.640 millones de los anticipos de los fondos a rendir; el ex gerente de regiones del interior, Óscar Basso (G. 4.445 millones); el ex coordinador general del componente 2, Roberto Bogado (G. 2.034 millones) y el ex asesor de Sarubbi, Francisco Torres (G. 1.134 millones.
El presidente de Essap, Natalicio Chase, sostuvo el sábado pasado en el programa televisivo La Lupa que ninguno de los involucrados en el caso de los fondos a rendir ocupa cargos importantes. Sin embargo, cuando desde este diario se le preguntó por algunos nombres, admitió que efectivamente ocupan cargos de relevancia “por determinación del Poder Ejecutivo”.
El titular de la Essap aseguró que en caso de que la Justicia compruebe que efectivamente existieron irregularidades en el manejo de los fondos a rendir, los salpicados por la denuncia hecha en la Fiscalía serán removidos de sus respectivos cargos.
Director se llamó a silencio
Miguel Quinto, ex gerente de redes de Asunción de la aguatera, quien hoy ocupa el cargo de director de la Essap, uno de los puestos más importantes después del presidente del ente, sigue en silencio sobre el caso que lo salpica en la utilización irregular de los fondos a rendir de la empresa, durante la era de Osmar Ludovico Sarubbi.
El ahora alto funcionario manejó G. 160 millones de los cuestionados fondos a rendir, caso que hoy investiga la Fiscalía.
Desde el domingo, este diario busca tener la versión del funcionario, pero no respondió hasta el cierre de esta edición las llamadas ni mensajes. Este fue designado en su cargo actual por el titular del Poder Ejecutivo.