Una de las versiones más aceptadas señala que la cerveza fue creada hace miles de años por los sumerios –en la zona donde actualmente se encuentra Irak–, cuando un buen día remojaron un pan de cebada y se dieron cuenta de que con el pasar de los días la mezcla iba adquiriendo un sabor más intenso debido a la fermentación. A América se cree que la cerveza entró vía México, allá por 1542; y en Paraguay, las primeras cervezas fueron importadas.
La primera marca de cerveza del Paraguay de la que se tiene conocimiento llevaba por nombre Fulgencio Yegros, y data del año 1888. De acuerdo con datos recopilados por el historiador Herib Caballero, en noviembre de 1888, el almacén El Sin Rival comenzó a distribuir la cerveza Fulgencio Yegros. “Fulgencio Yegros – El sin rival almacén de don Lorenzo Parodi acaba de introducir una nueva clase de cerveza, que es inmejorable. Lleva una etiqueta con el busto del héroe de nuestra independencia don Fulgencio Yegros. Personas que se precian de catadoras, afirman que es una de las mejores bebidas de su clase. Gustar para convencerse”, es lo que publicaba hace 131 años el periódico La Democracia.
Sin embargo, en el principio por estos lares no se conocía la cerveza propiamente dicha. El historiador cuenta que los indígenas consumían un producto alcohólico que hacían de la fermentación del maíz conocido como la chicha. Herib Caballero respalda el dato citando al historiador argentino Carlos Paz, quien al estudiar a los indios del Chaco afirmaba: “Ya desde época temprana, como señala la Carta Anua de 1637-1639, la borrachera tiene lugar en el Chaco con una fuerza notable.
Se tiene conocimiento de que en 1873 el gobierno autorizó a Federico Sieber a instalar una fábrica, sin embargo no se tiene información de si se llegó a instalar.
Lo cierto es que en 1881 se fundó San Bernardino con colonos alemanes, quienes años más tarde comenzaron la producción de cerveza.
También se tiene conocimiento de que en 1888, se promocionaba una cerveza negra producida en San Bernardino. Una publicación de la época informaba que el Almacén Príncipe de Bismarck, ofrecía productos de la Colonia; cerveza negra, manteca fresca argentina, entre otros.
Antes de la Guerra de la Triple Alianza, prosigue Herib Caballero, se tienen referencias sobre la importación de cervezas. “La misma era consumida en las fiestas que ofrecía la familia López, pues por ejemplo en una descripción de Ildefonso Bermejo (periodista y autor español que residió en Paraguay entre los años 1855 y 1863) de un baile ofrecido por Francisco Solano López en Tacumbú, habla del consumo de cerveza en dicha celebración”, señala.
En un extracto del libro de Bermejo se puede leer: “Hubo un descanso y salí del salón acompañado del general, y pasamos a una casa inmediata de teja, donde vi descansando a doña Juana Carrillo, la presidenta, con la mano en la cintura, recostada sobre una mesa y con un gran puro en la boca, y lo mismo hacían sus hijas. Allí estaban el general D. Venancio, el cónsul norteamericano, su esposa y un ayudante del general llamado Aguiar. Todos fumaban y bebían cerveza. Entré después en el ambigú, donde había una larga mesa llena de dulces secos, y muchos oficiales de tropa bebiendo cerveza”.
A fines de 1872 se inauguró el Almacén Inglés, ubicado en Estrella y 14 de Mayo, propiedad de Diego Easton que ofrecía cerveza inglesa de la marca T.
En aquellos años los arroyos y los pozos servían para enfriar las bebidas. En cuanto al hielo, agrega Caballero, “se habla de que se había importado una pequeña máquina antes de la Guerra, pero para el consumo masivo se importaba de Buenos Aires.
También hay referencias, por ejemplo de una publicación del 21 de setiembre de 1861 que refería a la inauguración del servicio Ferroviario desde la Estación San Francisco (Central), hasta Trinidad (actual Jardín Botánico).
“Las bandas de música mientras tanto alternaban con sus hermosos aires. Aquí se veía un grupo saboreando la espirituosa cerveza y entonando himnos de júbilo a la República”.
Como corolario se puede mencionar que en la primera década del siglo XX, concretamente en el año 1906, se creó la Cervecería Nacional, fábrica de cerveza y hielo, a cargo de los hermanos Juan y Pedro Bossio.
Y, finalmente, dato muy importante, en 1912 nace Pilsen Nacional, un producto que hasta nuestros días refresca a todos los paraguayos.
Tu nombre me sabe a hierba
La palabra cerveza deriva, según una de las teorías, del nombre de la diosa romana de la agricultura y las cosechas Ceres. Otra teoría le adjudica un origen celta, dice que cerveza proviene del latín “cervêsïa”, que a su vez viene del gaelico “cwrw” (cerveza) y “coirm” (cereales).Los españoles adoptaron el término del francés medieval “cervoise”; pero cuando los españoles adoptan la palabra cerveza, los franceses a su vez prefieren usar “biere”, del germánico “bier”. Así, mientras el español mantuvo la derivación “cerveza”, la mayor parte de los países europeos se inclinaron por los derivados del germánico, “bier” en el alemán actual, el inglés “beer”, francés “bière” e italiano “birra”. Y, si vamos más al norte de Europa conviene saber que en Dinamarca se dice “øl”, en Finlandia utilizan la palabra “olut”, en Islandia bjór y en Suecia öl.
Cada paraguayo consume 70 litros al año
Un dato del estudio realizado por la Consultora CCR señala que en el Paraguay se consumen 70 litros de cerveza per cápita.
Mauricio Larrosa, gerente general de CCR manifestó que en 2019 el mercado de consumo masivo se encuentra un 5% por debajo del año pasado, “la Categoría Cervezas está cayendo por debajo de esa media a niveles del 7%”.
Explicó asimismo que el mercado mueve en un año USD 744 millones y se venden 367 millones de litros; y que el 67% de las cervezas que se venden en Paraguay son descartables y solo el 33% retornables.
Otro dato que aporta el estudio establece que Asunción y el Gran Asunción concentran el 24% de la población que consume el 52% de la cerveza del país, mientras que en el interior se consume el 48% restante.
Larrosa señala además otro aspecto, respecto a que un punto de venta en Paraguay maneja en promedio 7 marcas de cervezas, y que en la capital y en la periferia se pueden encontrar hasta 9 marcas y media, mientras que en el interior unas 6 marcas por negocio.
El estudio realizado por CCR se denomina Store Audit, y se realiza a nivel país todos los meses; los datos abarcan el periodo 2018 a 2019, con los resultados a las consultas realizadas en canales minoristas, supermercados, bodegas, sobre una muestra de 3.800 casos.
