En un su cuenta en Twitter, sostiene que: “Hay evidencia de que los aviones con matrícula YV3535, YV3016 y YV3533 habrían sido acondicionados con compartimentos secretos para ser utilizados para el transporte de oro, dinero y partes de armas, me informan fuentes de inteligencia”, y agrega: “En el caso del YV3535 mi fuente está 100% segura”.
Según la periodista, “la desesperación de (Nicolás) Maduro -presidente de Venezuela- por la retención del avión y la tripulación en Argentina es clara señal de su temor a los hallazgos de evidencias físicas y a los testimonios de una tripulación probablemente entrenada para cargar y descargar de compartimentos ocultos, material ilícito.
El pasado 2 de agosto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó a Argentina que le permita confiscar la aeronave Boeing con matrícula YV3531, debido a que, a su juicio, está sujeta a sanciones, puesto que su transferencia por parte de la empresa iraní Mahan Air a Emtrasur viola las leyes de exportación de la nación norteamericana.
El 11 de agosto, un juez de Argentina autorizó que el avión fuera requisado por representantes del FBI y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
La aeronave ingresó en Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, haciendo escala en Venezuela, presuntamente para trasladar cargamento a una empresa automotriz, y dos días después despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino de la localidad bonaerense de Ezeiza porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.
CIGARRILLOS DE CARTES. La misma aeronave llegó a Paraguay el 13 de mayo y partió tres días después rumbo a Aruba con un cargamento de cigarrillos de Tabesa, de Horacio Cartes, valorado en más de 750 dólares.
La tripulación del avión esta formada por cinco iraníes y catorce venezolanos y argentinos.
A mediados de junio, un juez argentino ordenó la retención de los pasaportes de los miembros iraníes de la tripulación, quienes tienen plena libertad de movimientos, mientras se investiga si uno de ellos tiene relación con la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
Los cinco iraníes formaban parte de la tripulación del Boeing 747 Dreamliner de carga, que fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y que ahora pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Argentina e Irán mantienen unas distantes relaciones desde el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en Buenos Aires, que causó 85 muertos en 1994 y que se relacionó con Teherán.
Irán y Venezuela han reclamado a la Argentina, sin éxito, la liberación del avión y de los tripulantes.