Como consecuencia se estima una disminución de actividades de este método de engorde para los próximos meses.
Para los empresarios que trabajan con confinamientos, donde los animales son terminados para la faena con suplementos nutricionales a base de granos, entre otros, es muy importante la garantía de precios al momento de entregar el animal. Aunque en otros países se opera a través de una bolsa y un mercado regulador, son modelos muy difíciles de adoptar en el Paraguay, reflexionó el gerente de la agroganadera Ypoti, Maurício Möller, quien advirtió sobre los efectos de la situación a nivel local, según refiere el boletín de Everdem Ganadero.
“Con los precios que pagan los frigoríficos hoy y todos los insumos del confinamiento, como el maíz, hace que sea un negocio caro y que no sea atractivo para encerrar animales”, manifestó el gerente de la agroganadera Ypoti.
Esto se debe además a que una gran parte de los corrales reducen sus actividades por el exceso de lluvias en esta temporada, mientras que los feedlots también encierran menos animales.
Möller consideró que esta situación se extenderá probablemente hasta abril próximo.
En el año 2022 el sector de los productores a corral recibió pagos que oscilaron entre los USD 2,80 y 4,20 por kilogramo al gancho, lo que demuestra la incertidumbre en la comercialización de los bovinos.
Este tipo de terminación se diferencia del engorde a pastura por su nivel de grasa y calidad.
USD 4,20
por kilogramos al gancho alcanzaron a cobrar los confinadores de ganado como máximo en el 2022.