“El ejercicio de la profesión médica se basa en un conjunto de conocimientos sometidos al sistema y relación entre médico y paciente no descansa tanto en la confianza o en la habilidad del médico, sino en su experiencia y capacidad de trabajo”, se resalta en la nota.
Los médicos se enfrentan diariamente a agentes físicos, químicos o las radiaciones que atentan contra su integridad personal. “Los agentes infecciosos son compañeros habituales del médico en su trabajo diario, algunos de los cuales acechan en el contagio, con riesgos y gravedad en distintos niveles, pero siempre presentes”.
A este panorama se suma que los profesionales de blanco también están sometidos a conductas agresivas de los propios pacientes o sus familiares, que suelen derivar en agresiones físicas. “Estas condiciones en el ejercicio de la profesión ameritan sobradamente la declaración de profesión de riesgo”, se resalta en el documento.
A las situaciones a las que se exponen los médicos, ahora se suma la actual situación de pandemia por el coronavirus (Covid-19). “Contamos con colegas médicos infectados e incluso fallecidos en cumplimiento de sus obligaciones, en pleno ejercicio de la profesión. Todo permite suponer que al momento de alcanzar el pico de contagios la situación del personal de salud se agravará”.