La Iglesia Católica en Paraguay mantiene la firme oposición para que Fernando Lugo se lance a la arena política y se postule a la presidencia de la República.
El presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, Ignacio Gogorza, afirmó ayer que Lugo sigue siendo obispo y, en consecuencia, no puede hacer política.
“Él sigue siendo obispo, solo que el Vaticano le suspendió para ejercer sus funciones; pero su situación se encuentra en manos del Santo Padre”, afirmó Gogorza.
El titular de la CEP agregó que cuando ellos se ordenan como obispos, lo hacen para siempre, y que eso ya no se puede borrar. Dijo que se trata de una consagración asumida de por vida. Aclaró que por esta razón un obispo no puede realizar otras actividades que no sean propias de su misión.
Gogorza, que también es el obispo de Encarnación, respeta la posición personal de Lugo, pero aclara que apoyará lo que diga la Santa Sede. “En este momento el caso de Lugo está en manos del Santo Padre”, reiteró.
Para el titular de la CEP, Lugo no resolvió todavía su situación con el Vaticano porque aquí no se le aceptó aún su renuncia, que él reiteró ante la Nunciatura Apostólica.
Para Gogorza, el hecho de que Lugo haya decidido activar en política es una cosa, y otra es que el Papa no le haya aceptado aún su renuncia y solo se limitó a suspenderlo.
Este es el problema que Lugo aún no tiene resuelto, según el obispo de Encarnación.
El Vaticano había advertido a Lugo que debía abandonar sus aspiraciones políticas, pero ante la insistencia de éste, emitió un decreto de suspensión a divinis, que le suspende el ejercicio del ministerio sagrado.
Lugo anunció en diciembre del año pasado su renuncia a la Iglesia Católica para buscar la candidatura presidencial.