La mayor crisis que enfrenta Chile desde el retorno a la democracia llevó al presidente Sebastián Piñera a cancelar el miércoles el encuentro de líderes del foro económico APEC y la cumbre del clima de la ONU COP-25, a celebrarse en pocas semanas en Santiago. La decisión tuvo gran impacto en las actividades del turismo y el comercio, ya golpeadas por casi dos semanas de manifestaciones, varias de ellas muy violentas.
A diferencia del primer encuentro organizado tres días después del estallido de la crisis el viernes 18 de octubre, el gobierno de Piñera no excluyó a ningún partido con representación en el Parlamento, incluido el Partido Comunista, que sin embargo no concurrió a la cita en el palacio presidencial, donde también fueron citados los partidos oficialistas.
SIN SEÑALES CLARAS. Al cabo de dos horas, Álvaro Elizalde, presidente del Partido Socialista, el principal conglomerado de la oposición, aseguró que “no existe disposición a escuchar las demandas de la ciudadanía”.
Por su parte, el titular del Partido por la Democracia (PPD), Heraldo Muñoz, afirmó que no veían “señales claras todavía en favor del diálogo”.
De 41 años y con un perfil más dialogante que su antecesor, el flamante nuevo ministro del Interior, Gonzalo Blumel, asumió la misión de conducir el diálogo político destinado a encontrar una salida a la crisis social, que ha desplomado la popularidad de Piñera.
El ministro, que asumió el cargo el lunes tras un cambio de gabinete ordenado por Piñera, relató a la prensa que durante la reunión acordó con la oposición llegar a “marcos de entendimiento, idealmente en los próximos días, las próximas semanas”.
reforma. También anunció que el Gobierno se abrió por primera vez a revisar un proyecto de reforma tributaria enviado ya al Congreso para remplazar una reforma aprobada durante el último gobierno de la socialista Michelle Bachelet (2014-18), y que a juicio de opositores significaba rebajar el pago de impuestos a los más ricos.
Respecto al cambio de la Constitución vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet, visto como uno de los caminos de salida a la crisis, Blumel afirmó: “El Gobierno no se cierra a ninguna opción, pero nos parece importante en primer lugar realizar este proceso amplio de diálogo participativo”.
El miércoles, Piñera también se abrió a analizar la posibilidad de hacer cambios estructurales, aunque privilegiando la instancia de diálogo que encargó a su ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel.
EEUU denuncia injerencia rusa
EEUU alertó ayer que hay indicios de actividades rusas que dieron una orientación negativa al debate en la opinión pública en Chile buscando exacerbar la división durante la ola de protestas contra el gobierno que dejaron 20 muertos. “Tenemos indicios de actividades rusas para dar un curso negativo al debate en Chile”, dijo un funcionario del Departamento de Estado que pidió no ser identificado. El diplomático indicó que hay claras señales de personas que están aprovechando el debate para exacerbar la división y fomentar el conflicto, principalmente mediante el uso de las redes sociales. La Casa Blanca informó que Trump llamó a su homólogo chileno para expresarle su apoyo y denunció que hay esfuerzos extranjeros para minar las instituciones en el país.