Admitió un error en la comunicación sobre la modalidad de compra. Dijo que el Comité de Evaluación terminará hoy su trabajo sobre la oferta de YPFB y la próxima semana estarían comunicando oficialmente si se acepta o rechaza. No descartó esta última posibilidad si los costos no convencen, a fin de buscar otras ofertas.
Sobre los argumentos para utilizar esta polémica vía de compra, refirió que, en principio, tenían previsto hacer una subasta a la baja, pero tenían la información extraoficial de que el sector privado no estaba cerrando sus contratos de provisión de Bolivia.
“Nos alertaron que podría ser un tema financiero porque a los privados no les cerraba el costo del premio o tal vez era una estrategia para generar una sicosis en el mercado”, recalcó.
SEGURO. El presidente de la estatal de combustibles señaló que no tenían otra opción que garantizar un nuevo contrato ahora, debido a que extraoficialmente trascendió que actores importantes del mercado no iban a tener suficiente stock porque no estaban reponiendo. “No puede ser que el mercado no tenga suficiente gas. Estamos obligados a cubrir esa parte del mercado que llegue a faltar. Ese es el argumento para comprar por la vía de la excepción”, enfatizó.
En cuanto a precios estimados para esta nueva partida dijo que estaría en 605 dólares la tonelada, cifra que contempla un aumento de 20 dólares del premio, como también la disminución de 3 dólares en el costo del flete. El costo de la primera partida fue de 560 dólares, según recordó.
Con el eventual nuevo precio señaló que el margen de 1.856 por kilo que tuvieron al principio se reducirá a alrededor de 1.500 por kilo y que aún permitirá seguir manteniendo el precio de costo final a G. 5.000 el kilo de gas.