Este año le tocó al colorado cartista Víctor Bogado; el liberal llanista Dionisio Amarilla, y el polémico Paraguayo Cubas, de Cruzada Nacional.
El año pasado tuvieron que irse luego de haber sido expulsados en el periodo anterior, el colorado cartista Óscar González Daher, y Jorge Oviedo Matto, del Unace.
En medio de estas movidas, también se dio la renuncia del entonces contralor Enrique García, en medio de un juicio político que se estaba finiquitando en el Senado. La destitución ocurrió el 24 de abril pasado. El mismo estaba acusado por mal desempeño en sus funciones, entre ellas irregularidades en el caso Ivesur. Además, la contratación de una consultoría para elaborar un manual considerado innecesario, y la concesión de supuestos privilegios solo para algunos allegados.
DE SALIDA. Bogado fue uno de los primeros en ser expulsados de la Cámara Alta este año.
El lunes 13 de mayo se había aprobado en el Senado su pérdida de investidura por el cobro indebido de honorarios en el caso de la niñera de oro, Gabriela Quintana.
El siguiente en la lista fue Amarilla, quien fue destituido de su banca el 6 de junio.
El mismo estuvo involucrado en un escándalo que quedó registrado en un video y audios haciendo uso indebido de influencias para favorecer a una firma de seguridad con un contrato millonario con el IPS. Para ambos casos la presión ciudadana fue trascendental, ya que los mismos se aferraban a sus bancas, y se sentían protegidos por sus respectivos bloques.
El último caso fue el de Paraguayo Cubas, quien perdió su banca el jueves 28 de noviembre. Sus colegas ya lo tenían entre ceja y ceja por los permanentes agravios y algunos trapos sucios que revelaba. Su salida estuvo marcada por denuncias de agresión a una concejala departamental de Patria Querida.
LOS SUCESORES. Los beneficiados con las movidas fueron los suplentes, y se generaron algunas pulseadas por los espacios. El cartista Enrique Riera había reemplazado a Luis Castiglioni, quien estuvo en Cancillería. Luego quedó como titular tras la destitución de González Daher.
En reemplazo de Bogado quedó el abdista Martín Arévalo. En lugar de Oviedo Matto había ingresado el llanista Abel González. En vez de Dionisio Amarilla, ingresó Eusebio Ramón Ayala; y el lugar de Paraguayo fue ocupado por el luguista Miguel Fulgencio Rodríguez.
Se crearon comisiones claves: caso Messer e Itaipú
Otras dos cuestiones que tuvieron trascendencia en el Congreso tienen que ver con la creación de dos comisiones de investigación para el caso de Darío Messer, y el acta bilateral de Itaipú.
Ambos temas tuvieron una alta repercusión, generaron polémica y hasta escándalos entre las autoridades.
La bicameral que apuntaba a investigar los vínculos del hermano del alma del ex presidente Horacio Cartes arrojó algunas sugerencias que se hicieron llegar incluso al Ministerio Público.
Se recomendó una lista para continuar con la investigación, en la que aparecía también el ex mandatario.
Al final fue desde Brasil que llegó la llamada de atención en torno a Cartes, quien está en la mira del vecino país.
Varias entidades financieras incluso dependencias del Estado manejaban información sobre la situación financiera de Messer y su operativo de lavado de dinero.
En cuanto al acta sobre Itaipú, todo comenzó con una denuncia por parte del entonces titular de la Ande, Pedro Ferreira.
El escándalo sobre la dudosa negociación para la concesión de energía, puso en la cuerda floja al presidente de la República Mario Abdo Benítez y al vicepresidente Hugo Velázquez.
En el Congreso ya se hablaba de un inminente juicio político para la destitución de ambos, que finalmente se fue desinflando entre idas y venidas de protagonistas para salvar sus cabezas.
Luis Castiglioni, quien era canciller, fue destituido y volvió al Senado como si no hubiera pasado nada.
La misma suerte corrieron el titular de la Ande, el de Itaipú y el embajador ante Brasil, quienes tuvieron que pagar el precio.