23 may. 2025

Garantizar que la gente se pueda vacunar en condiciones dignas

Las bochornosas situaciones que se presentaron el jueves en los locales de vacunación, principalmente en la Costanera y la Facultad de Derecho, en Asunción, con personas obligadas a esperar en interminables colas durante horas, con denuncias de situaciones de maltratos por parte de funcionarios estatales, no deberían repetirse. Por un lado, es buena señal que exista masiva concurrencia ciudadana para aplicarse las dosis contra el Covid-19, pero las autoridades de Salud y del Gobierno deben organizar mejor el proceso, con suficientes recursos para atender a las personas con más rapidez y en condiciones dignas. No tiene sentido pedir que la gente acuda a vacunarse si no se le va a poder atender con eficacia. Hay que valorar los logros obtenidos en reducir las muertes por el coronavirus e ir venciendo a la pandemia, pero es más que urgente mejorar la gestión gubernamental.

Como si no se hubiera acumulado suficiente experiencia en inocular masivamente contra el Covid-19 en la actual etapa de la pandemia, se han vuelto a vivir bochornosas situaciones en los locales de vacunación, principalmente en la Costanera y la Facultad de Derecho, en Asunción, con personas obligadas a esperar en interminables colas durante prolongadas horas, con denuncias de situaciones de maltratos por parte de funcionarios estatales, que no deberían repetirse.

Una vez más, el personal de salud se vio rebasado por la situación y se tuvo que acudir inclusive a efectivos militares para tratar de imponer orden, convirtiendo peligrosamente una jornada sanitaria en un escenario de protesta social por las incomodidades sufridas.

Se tendría que haber previsto que iban a acudir muchas personas a aplicarse la segunda dosis de las plataformas AstraZeneca, Moderna, Pfizer y Sputnik V, principalmente.

Esta es una población que con gran ansiedad ha estado aguardando desde hace tiempo por el componente II de la Sputnik V; con gran ansiedad y expectativas.

Para estas personas, la espera para completar el esquema de la segunda dosis se extendió por casi cuatro meses, sumada a la incertidumbre que se produjo la semana anterior con dicho biológico por la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de postergar la autorización.

Según el relato que ofreció ayer este diario, en la Costanera de Asunción y la Facultad de Derecho, los bocinazos iban en aumento, sumándose a la temperatura que superaba los 40 grados.

Los reclamos también se dieron en un shopping, cuyas instalaciones son utilizadas para aplicar las dosis, al igual que en la Secretaría Nacional de Deportes y el Parque Lineal de Ciudad del Este. Alrededor de las 14:30, empezaron los reclamos por los faltantes en la Facultad de Derecho de la UNA. En la Costanera de Asunción, el volcán de impaciencia erupcionó pasando las 16:00, con las dosis insuficientes de Sputnik V y la cercanía del cierre de la jornada.

El nerviosismo de los ciudadanos que esperaban ser vacunados, ante la noticia de que las dosis se habían acabado y se suspendería el proceso, eclosionó con protestas indignadas en la tarde del viernes, tanto que el viceministro de Atención Integral de la Salud, Hernán Martínez, tuvo que acudir y autorizar la extensión del horario de vacunación.

Por un lado, es buena señal que exista masiva concurrencia ciudadana para aplicarse las dosis contra el Covid-19, pero las autoridades de Salud y del Gobierno deben organizar mejor el proceso, con suficientes recursos para atender a mucha gente con más rapidez y en condiciones dignas.

No tiene mucho sentido pedir que la gente acuda a vacunarse si no se le va a poder atender con eficacia.

Hay que valorar los logros obtenidos en reducir las muertes por el coronavirus e ir venciendo paulatinamente a la pandemia, lo cual está permitiendo recuperar también la economía de sectores sumamente golpeados por la crisis, pero es más que urgente mejorar la gestión gubernamental en la atención sanitaria.