Un estudio de la Asociación de Grupos CREA de Paraguay y la Fundación Solidaridad muestra que adoptando buenas prácticas en la ganadería, se puede obtener mayor rendimiento en kilos por cada animal, a menor presión de carga de bovinos por hectárea, lo que a su vez significa menos emisión de gases.
“Cuanto más suelo productivo tengamos, más certeza tendremos de que estamos capturando carbono en nuestro sistema de producción, y por otro lado, esas pasturas productivas tiene la facilidad de dar una muy buena nutrición del animal, que deben estar con todas las condiciones de bienestar, es decir sanos, que tengan una buena genética y un buen manejo. De esa manera nosotros tendremos pasto de calidad y buenos pastoreos, esto hace que las emisiones de metano sean menores”, explicó Jorge Esquivel, especialista en gestión económica de empresas agropecuarias.
Se basó en estudios realizados en seis establecimientos agropecuarios de la Región Occidental, que concentra casi la mitad de la producción de bovinos.
Durante el webinar “Producción de carne sostenible en el Chaco paraguayo”, mostró un simulacro en el que se observó que un buen manejo en la producción en una determinada superficie repercutiría en 17% menos de ganado en la misma área de suelo, pero 32% más de kilos logrados por cada animal, lo que también significaría 25% menos de emisiones globales de metano y 43% menos de emisión de gases por kilo producido.
Esta prueba se basó en el modelo de invernada de baja y media tecnología.
Igualmente Esquivel dijo que los críticos de la producción ganadera, deben tomar en cuenta varios aspectos antes de atribuir una gran contaminación a la ganadería, como ejemplo mencionó la captura de carbono a través de las pasturas.
Mejora. Por parte de la Fundación Solidaridad, Gonzalo La Cruz, destacó que estos resultados demuestran que es posible producir más carne con menos emisiones y en armonía con el hábitat. “Si podemos demostrar que tenemos productores responsables en el Chaco, las inversiones y el crecimiento vienen solo”.
En la misma línea, Esquivel agregó que los propios consumidores irán pidiendo los datos de huella de carbono, por lo que considera que los ganaderos deben tener en cuenta los indicadores ambientales para estar presentes en los mercados más exigentes.
