Impotencia. Una gran parte del Monumento Natural Cerro Kõi fue consumida por las llamas. Los guardaparques lamentaron mucho lo sucedido pues venían hace una semana controlando pequeños focos de incendios que se registraban a toda hora. ‘’No dormíamos y estábamos esperanzados en que caiga la lluvia. Esto es criminal, el incendio fue provocado”, dijo Milder Calderón, quien junto a otros cuatro compañeros cuidaban el lugar.
Señaló con impotencia que la vegetación se podrá recuperar, pero el ecosistema en sí tardará muchísimo. “No creo que los animales silvestres tuvieran tiempo de pasar a la otra reserva (Cerro Chororî)”, lamentó. Los guardaparques aún no hicieron una evaluación del impacto pues los bomberos seguían trabajando para el enfriamiento luego de reavivarse el fuego que volvió a consumir todo a su paso.
Shockeados sin poder creer lo que pasó, vecinos con baldes de agua en manos ingresaron al desolador sitio para ayudar al enfriamiento. En esta incursión encontraron algunos apere’a con vida y restos de otros animales que no pudieron escapar del fuego.