Para prevenir el deterioro de los alimentos y con ello generar gastos innecesarios la nutricionista clínica Mercedes Bordón brinda algunos consejos para mantener frescas las frutas, hortalizas y verduras gracias a la correcta conservación y guardado.
CORRECTO ALMACENAMIENTO. Es importante cuidar los métodos de conservación de los alimentos, de esa forma, a la vez se cuida la salud. Para obtener un correcto almacenamiento se debe prestar atención desde el momento de la compra. “Siempre hay que controlar el olor, el color y la condición de las frutas y verduras, y luego su posterior almacenamiento”, comenta la especialista.
“Aquí en nuestro país tenemos la costumbre de colocar todas las verduras y frutas en la heladera, debido a las altas temperaturas que normalmente tenemos y las cuales aceleran la descomposición”, menciona.
La nutricionista explica que hay una amplia variedad de frutas y verduras que pueden almacenarse fuera de la heladera a temperatura ambiente, donde no reciba mucho el sol y haya una buena circulación de aire.
Algunos de esos alimentos son: la piña, la banana, la naranja, el pomelo o la papa, zanahoria, cebolla, ajo y el tomate. Otros se deben refrigerar para preservar de forma correcta todas sus propiedades nutricionales y sus sabores. “Las hojas verdes sí necesitan refrigeración”, añade.
Lo ideal es mantener la mayoría de las frutas en el frutero. Las frutas que se suelen meter en la heladera son las frutillas, cerezas, arándanos y uvas. Estos frutos rojos suelen estropearse fácil y rápidamente.
En cuanto a las verduras, todas deben ser refrigeradas. “Aquellas que tienen raíces como las lechugas, espinacas, apio, se les corta la raíz, separan las hojas y retira la humedad para evitar su descomposición. Luego hay que envolverlas en una hoja de papel de cocina y se guarda en una bolsa de plástico perforada, para que pueda circular el aire”, enseña la experta en nutrición y alimentación.
El almacenamiento adecuado es otro punto de control para evitar la contaminación cruzada y la multiplicación de microorganismos en los alimentos.
“Es de vital importancia el orden dentro de la heladera para mantener todos los alimentos lo más separados posible y así evitar contaminaciones cruzadas; por ejemplo: arriba los alimentos cocidos y abajo los alimentos crudos”, explica.
BIEN LAVADOS. En una pileta, previamente desinfectada, se deben higienizar las frutas, hortalizas y verduras con agua potable, para evitar que se deterioren rápidamente y eliminar los restos de tierra o suciedad. Las mismas deben ser desinfectadas con una solución de agua y lavandina y enjuagadas. “Preparar una solución de tres gotas de lavandina por litro de agua y mantener las frutas, hortalizas y verduras en remojo durante 10 minutos”, explica y añade: “Luego enjuagar en una solución de dos gotas de vinagre por litro de agua durante 10 minutos”.
En caso de que los alimentos no sean procesados en ese momento se deben secar antes de guardar, porque la humedad siempre acelera el proceso de deterioro, debido a que cuanto mayor sea la humedad más se facilita el desarrollo microbiano.
Además, la experta recomienda que antes de consumir las frutas y verduras deben ser enjuagadas nuevamente para remover contaminantes.
Algunas recomendaciones para que las frutas y verduras se mantengan frescas y en buenas condiciones a la hora de guardarlas y almacenarlas.
Otros tips a tener en cuenta
–Separar las frutas de las verduras.
–Consumir los alimentos a corto tiempo (los largos periodos de almacenamiento podrían producir pérdidas y alteraciones de sabor y olor).
–Mantener el orden en la heladera.
Ante cualquier duda, contactar con la especialista en Nutrición Mercedes Bordón al número (0991) 837-160.
