Los alumnos del cuarto año de la carrera tomaron conocimiento de esto y comenzaron a procesar los datos para ponerlos a conocimiento del estudiantado, en caso de encontrarse alguna irregularidad en el manejo de los rubros. Pero nadie se imaginó lo que podría suceder.
“Encontramos irregularidades y empezamos a publicar todo lo irregular que encontrábamos. A partir de ahí él (Froilán Peralta) empezó una persecución abierta hasta el punto que nos hace un sumario totalmente irregular”, relata Miguel Bazzano.
Él perdió 4 años, porque el sumario decía 3 años de suspensión con pérdida de mérito académico”, explicó.
El estudiante recurrió el sumario ante la Justicia y el Tribunal de Cuentas terminó anulando la resolución y la suspensión, pero fue inútil. “Yo fui a Corrientes, ingresé, pero no pude continuar. No contento con haberme suspendido, nunca me dio los certificados de estudio y tuve que dejar de vuelta”, comentó.
“Tras ganar el juicio, en el 2013 vuelvo a cursar el cuarto año en la UNA, termino ese año y salgo porque directamente me dijeron luego que no me iba a recibir. Entonces me voy a la Unasur y ahí me recibo”, añadió.
El ex estudiante relató que para afuera el rector es una persona amable y de buenos modales, pero dentro de la institución es un “tipo chabacano y autoritario”.
amenazas. Indicó que le tiene amenazado al alumnado para que no se conozcan las irregularidades que comete y persigue a los que alzan la voz.
“Le tiene amenazado a todo el mundo. Él armó su equipo prebendario y el que trabajaba para él pasaba siempre los exámenes. Si sos profesor y no le gustabas al equipo, te recusaban y rendían exámenes paralelos. Así se fundió el nivel académico”, opinó Bazzano.
becas. Emilio Cantero, también suspendido por Froilán, relata que las becas también eran repartidas entre el séquito cercano al rector.
Resaltó que uno de los becados era el presidente del Centro de Estudiantes de la época, Maiko Argüello Moraes, actualmente miembro suplente de la Junta de Gobierno del Partido Colorado.
“En ese momento la facultad no daba becas; si un estudiante solicitaba, se le decía que vaya al Rectorado. Y cuando empezamos a investigar nos encontramos con que sí se daba y, casualmente, al presidente del Centro. Eso refleja lo que era Veterinaria”, se quejó Cantero.
Remarcó que el Estatuto fue ideado por Froilán y sus “amigos” en la Asamblea, de modo a justificar las irregularidades que comete. Según viene denunciando desde hace días ÚH, el rector ubicó con rubros de docentes a la familia entera de sus últimas dos secretarias con jugosos salarios, sin que ninguno de ellos ejerciera la docencia. También nombró a su mozo y a una recepcionista con cargos docentes.
Sin respuesta. ÚH intentó hablar con el rector de la UNA, pero él no responde el teléfono y ya no acude más a la institución.