NATERRE - FRANCIA
Francia abrió una investigación por “obsolescencia programada” contra el fabricante japonés de impresoras Epson, la primera de este tipo en el país, según la asociación que lo denunció y que tiene ahora en su mira a Apple.
La Fiscalía de Nanterre, cerca de París, abrió el 24 de noviembre una investigación preliminar contra el fabricante japonés Epson por “obsolescencia programada y engaño”, informaron ayer fuentes judiciales. La investigación, confiada a los servicios de la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes (Dgccrf), llega tras la denuncia hecha el 26 de setiembre por la asociación Halte à l’obsolescence programmée (HOP, ‘Alto a la obsolescencia programada’).
La denuncia citaba varios grupos: el estadounidense HP Inc., los japoneses Canon, Brother y especialmente Epson. En ella, la asociación describe técnicas para obligar a los consumidores a volver a comprar cartuchos de tinta, en especial “el bloqueo de las impresiones con la excusa de que los cartuchos se habrían quedado vacíos cuando aún les queda tinta”. HOP, que habla de miles de denuncias de clientes en internet, afirmaba también que al cabo de un tiempo se señalaba erróneamente que las almohadillas absorbentes de tinta llegaban al final de vida útil.
“El precio de la reparación y del cambio de la almohadilla absorbente de tinta de una impresora Epson equivale más o menos al precio de compra de una impresora nueva, el cliente no se siente animado a repararla sino a comprar una nueva”, según la denuncia.
“Es una muy buena noticia, por primera vez en Francia y, por lo que sabemos en el mundo, las autoridades judiciales de un país se encargan de un caso de obsolescencia programada”, celebró ayer en declaraciones Emile Meunier, abogado de la asociación. La filial francesa de Epson no hizo declaraciones.
La misma asociación presentó una demanda contra Apple, después de que el gigante admitiera recientemente que ralentizaba voluntariamente sus antiguos modelos de iPhone. En la denuncia, HOP considera que Apple estableció una estrategia global de obsolescencia programada con el objetivo de aumentar ventas. La asociación considera que Apple puede ser demandada por los teléfonos que vendió en Francia desde la promulgación de la ley de transición energética, el 17 de agosto de 2015, que introdujo el delito de obsolescencia programada en el Derecho francés. Fecha que retiene en su denuncia de setiembre para las impresoras vendidas por Epson.