El general Jorge Luis Vargas confirmó que se están verificando las imágenes publicadas en la red social Instagram, a través de la unidad cibernética de la Fiscalía y con el trabajo de otros expertos.
Los investigadores apuntan a que alrededor de cinco personas estuvieron siguiendo los pasos de la pareja durante su estadía en el hotel ubicado en isla Barú, que cuenta con una playa privada.
“Entre cuatro y cinco personas hicieron el mismo recorrido que la pareja”, confirmó la fiscala Alicia Sapriza, una de las principales investigadoras del caso. La periodista Claudia Aguilera, esposa del fiscal Pecci, ya estuvo declarando por varias horas a los fiscales de Colombia y de Paraguay.
Los intervinientes buscan a una persona de 1,74 m de estatura, de tez trigueña y con acento caribeño; se presume que podrían ser venezolanos los autores materiales.
Los dos sicarios habrían llegado a Cartagena aparentando ser turistas. Luego habrían pasado a la isla Barú, donde se mezclaron con los visitantes y pasaron desapercibidos.
La información con la que se cuenta es que los sospechosos alquilaron una moto acuática en el balneario de playa Blanca, próximo al lugar donde se encontraba la pareja. Lo rentaron por media hora, pero 16 minutos después ya la devolvieron.
Luego de cometer el hecho de sicariato, para la huida hay dos versiones. Una de ellas es que fueron recogidos por una lancha, que abordaron un vehículo con dirección a Cartagena. La otra es que se cambiaron las ropas que llevaban y se perdieron entre la multitud de veraneantes que se encontraban por la zona.