El Banco Central del Paraguay (BCP) presentó ayer una actualización de los datos sobre la inversión directa (ID) en nuestro país, incluyendo los resultados de 2020, año que estuvo fuertemente marcado por los efectos del Covid-19 en la economía global.
El flujo neto de la ID (diferencia entre los flujos brutos de entrada y salida) alcanzó un monto de USD 120 millones, lo cual –pese a configurarse como un número positivo– representa una caída de casi 50% con relación al flujo de USD 225 millones que se había obtenido a finales del año 2019.
Puntualmente, la cifra del año pasado resultó de un flujo bruto de entrada de USD 2.377 millones y uno de salida de USD 2.257 millones. Por componentes, resalta que el flujo de la inversión directa estuvo explicado, principalmente, por los menores préstamos netos y las utilidades reinvertidas. Desde el BCP explicaron que durante el año 2020 los flujos netos de ID mundiales registraron una reducción significativa, situación similar a la que se vivió en América Latina.
Por actividad económica, los flujos netos registrados en las comunicaciones, intermediación financiera, metales comunes y producción de carne fueron los más dinámicos en Paraguay, pero estos se vieron atenuados por los menores flujos en comercio, servicios a las empresas, minerales no metálicos y transporte.
saldo. Con estos resultados, el saldo de la ID (que refleja el monto acumulado de capital asentado en el país) al cierre del 2020 ascendió a USD 6.180 millones, registrando una reducción del 4,3% con respecto al 2019. Al respecto, los técnicos de la banca matriz refirieron que si bien el flujo neto del año pasado fue positivo, la menor valoración de cierre del stock de IED se explicó, principalmente, por la depreciación del guaraní respecto al dólar de EEUU. Las actividades económicas con mayor participación en los saldos de inversión directa son la intermediación financiera (20%), elaboración de aceites (13,9%) y comercio (12,5%).
Hubo actualización metodológica
El Banco Central del Paraguay (BCP) informó ayer que, con base en los nuevos estándares internacionales, dejó de lado la utilización del término de inversión extranjera directa y, en su reemplazo, adoptó el concepto de inversión directa, que consiste en la inversión por parte de una persona física o jurídica residente de una economía en el capital de una empresa residente en otra economía. Los componentes de la ID son el capital, las utilidades reinvertidas y los préstamos entre compañías del exterior. Asimismo, la banca matriz actualizó las estadísticas de la serie histórica de inversión directa, desde el año 1995, tras recolectar nueva información.