La necesidad de aumentar la recaudación fiscal de modo de tener más espacio para las inversiones, sumada a las críticas a las bebidas por su efecto en la salud de la población, son los argumentos a los que recurre el Gobierno para plantear en el seno de la Comisión Técnica Tributaria un aumento de aranceles en el impuesto selectivo al consumo (ISC) que se abona por las bebidas gaseosas y alcohólicas.
El viceministro de Economía y coordinador de esta Comisión que estudia la reforma del régimen impositivo, Humberto Colmán, informó que se prevé para la semana que viene una reunión con representantes del sector privado para bajar a la mesa esta propuesta.
En la actualidad, la Ley 2421/04 establece tasas máximas del 5% para bebidas gaseosas sin alcohol y del 12% únicamente en casos que corresponden al champán y sus equivalentes.
De acuerdo con el proyecto base elaborado por Hacienda, la idea es establecer tasas máximas que van desde el 8% en caso de bebidas sin alcohol hasta el 20% en casos de productos como el whisky, licor y champán, entre otros.
El subsecretario de Estado recalcó que la idea es llegar a un consenso con los gremios del sector privado, según la propuesta base. No obstante, recordó que la decisión final respecto a las tasas es del Poder Ejecutivo.
“Esto se discutirá en la mesa más amplia con los gremios. Es difícil que haya acuerdo, pero la decisión es finalmente del Ejecutivo. La propuesta técnica nuestra es subir (las tasas)”, expresó Colmán.
Agregó que otro de los cambios que pretenden implementar tiene que ver con la clasificación de las bebidas. En ese sentido, refirió que se discutió a nivel técnico la idea de poner como base el contenido de azúcar de los bienes, además de separar el impuesto en bebidas alcohólicas por un lado, y bebidas no alcohólicas por otro lado.
PROGRESO. El viceministro de Economía también hizo referencia a los avances que ha tenido la Comisión Técnica Tributaria con respecto a los demás gravámenes.
En cuanto al impuesto al valor agregado (IVA), indicó que prácticamente no hubo cambios, con la salvedad de que la generalización de las tasas será discutida en la próxima reunión con los gremios empresariales. Con respecto al impuesto a la renta de las actividades económicas (IRAE), confirmó que la idea es que este nuevo gravamen aglutine al impuesto a la renta comercial, industrial y de servicios (Iracis) y al impuesto a la renta agropecuaria (Iragro).
Esto significa también que los sojeros y ganaderos empezarían a pagar una tasa adicional por el reparto de utilidades.