Desde el entorno de la titular del Ministerio Público informaron que un equipo de la Unidad de Delitos Económicos evalúa la denuncia de Giuzzio. Sin embargo, esto no se hizo oficial y no dieron informes si ya se designaron los fiscales para el caso.
Por ahora, Quiñónez se mantiene a la espera de las versiones que dan cuenta de que bancadas opositoras estarían impulsando el juicio político con el fin de destituirla del cargo.
Esto formaría parte de la represalia de Añetete en contra del cartismo, principales movimientos internos de la ANR que mantienen una guerra sin cuartel desde hace semanas.
El movimiento de Horacio Cartes intentó enjuiciar al ministro del Interior el viernes pasado, sin embargo, no consiguió los votos requeridos para el efecto.
Denuncia. El intento de enjuiciar a Giuzzio se dio tras el atentado ocurrido el pasado domingo en San Bernardino. El cartismo ya venía pidiendo la cabeza de Giuzzio, pero se recrudecieron las críticas hacia su gestión luego de las denuncias que el secretario de Estado realizó ante la Comisión Permanente del Congreso donde acusó a Cartes de integrar una fuerte red de lavado de dinero.
Manipulación del sistema financiero en detrimento de la economía paraguaya es la forma para obtener poder de Horacio Cartes, a través del contrabando de cigarrillo y el lavado de dinero, fue la acusación más fuerte de Giuzzio, quien reveló un sorprendente esquema construido por Cartes, con conexiones con el narcotráfico a nivel internacional.
El ministro expuso ante la Comisión Permanente los detalles de la Operación Michael Jackson, sobre negocios turbios que son blanqueados y tienen como protagonista al ex presidente. Explicó que así se denominó a la operación porque Michael Jackson “era negro y quiso ser blanco”, en alusión al blanqueamiento de los negocios de Cartes.
Igualmente, recordó la conexión de Cartes con Darío Messer, condenado en Brasil por lavado, quien fue parte del directorio de Cambios Amambay, que empezó con el nombre de Humaitá Cambios, Humaitá Turismo, luego Banco Amambay hasta convertirse en Banco Basa, del Grupo Cartes. Indicó que así empieza el crimen organizado. El hecho generó una tormenta política y muchos legisladores cuestionaron que la fiscala general no fuese capaz de ordenar una investigación sobre las denuncias.
Giuzzio dijo que seguirá presentando documentaciones y que aún “no está metida toda la carne en el asador”.
Es la segunda vez que Quiñónez está en la mira de un juicio político. La primera fue en el 2020, cuando en plena pandemia el diputado Édgar Acosta presentó un libelo acusatorio que fue rechazado.