A raíz de denuncias que se fueron dando con mayor frecuencia en este período, urgieron la rápida diligencia fiscal, que ocurre luego de un escrache a las inmediaciones de la casa de la fiscala general, Sandra Quiñónez.
Esta vez el blanco del hartazgo y la impaciencia ciudadana es sobre el menor de los Lanzoni, miembro del linaje iniciado por el senador Blas Lanzoni.
Ariel Giménez citó una serie de irregularidades que hallaron últimamente. Entre ellas se menciona una licitación para varias obras en el Cerro de Ñemby, adjudicada vía licitación por G. 753 millones, que luego con la misma resolución de adjudicación en mayo se pidió la ampliación de más de G. 465 millones para la contratista Faguma SA, proceso que la Dirección de Contrataciones Públicas, ha declarado nulo aunque el daño estaba hecho.
Asimismo, una lámina realizada por los denunciantes, que llevan una vigilia constante frente al predio municipal desde junio, muestra que también se estaría violando sistemáticamente, así como en otros municipios, el porcentaje que la Comuna debe destinar a gastos personales.
Solo en 2019, el gasto en este concepto era de G.13.340 millones, pero la ley limitaba a que sea de G. 12.122 millones. De hecho, uno de los temas por el cual la Fiscalía ya tomó intervención fue la denuncia por presunto nepotismo en el que cae el clan Lanzoni. Solo en la Municipalidad trabajarían cinco familiares del intendente, incluyendo la concejal Águeda Lanzoni. Mayra, su hermana, trabaja en el Congreso y gana más de G. 22 millones.
Dentro de la investigación también se añade las transferencias a comisiones vecinales. Ayer la fiscala Liliana Alcaraz inició las diligencias acerca de si los desembolsos - que en 2019 fueron por G 2.132 millones - llegaron o no a destino.