El fiscal antisecuestro Federico Delfino se constituyó ayer en el Departamento de Armas y Municiones de la Policía Nacional, prosiguiendo la investigación del supuesto robo de 42 fusiles, ocurrido en un cuartel policial del kilómetro 21 de la ruta 1, Capiatá, de donde incautó documentos varios que serán analizados. Además, verificó el lugar de donde supuestamente fueron sustraídas las armas y posterior revisión del arsenal existente.
Las investigaciones en el caso prosiguen su curso y se prevé solicitar informes a otras dependencias de modo a esclarecer el hecho.
Las armas presuntamente pertenecían a las Fuerzas Armadas que habían sido prestadas a la Policía, por lo que específicamente se encontraban en sede de dicho departamento. Sin embargo, el armamento habría sido reemplazado por réplicas de juguete. El descubrimiento hace sospechar que se estarían robando desde hace tiempo.
“Tenemos varios documentos que están siendo sometidos a análisis, como también acerca de las armas que fueron sustituidas, han comenzado a realizarse los análisis técnicos por parte del Departamento de Criminalística, para poder dar con los responsables de este hecho”, dijo Delfino.
Criminalística comenzó los trabajos técnicos con relación a esas armas con que sustituyeron las otras, haciendo comparación con armas de las mismas características que son originales. Mencionó el fiscal que es un trabajo complejo, por lo cual solicitó el apoyo de los agentes Hugo Volpe y Alicia Sapriza.