26 ago. 2025

Finanzas Desmenuzadas

Por Jorge Usandivaras

El legendario multimillonario de Wall Street y CEO de Berkshire Hathaway, Warren Buffett, dijo una vez: “Nunca inviertas en un negocio que no puedas entender”. La cita célebre de Buffett se dio el día que admitió perder una gran oportunidad al no invertir en dos empresas luego exitosas: Amazon y Google.

“Tenía muchas maneras de hacer preguntas y educarme, pero no lo hice y perdí la oportunidad”, dijo Buffett. Pero su oportunidad perdida con Google y Amazon es solo un ejemplo de un Buffett más profundo: Su filosofía de no invertir nunca en algo que no entiende.

Aprende de los grandes, como Warren. Jamás inviertas en algo que no entiendas.

Hace unas semanas escribimos el artículo “Liquidez de la mano de los fondos mutuos” donde te contábamos que una manera fácil de invertir es a través de fondos mutuos que son carteras administradas profesionalmente. Pero la otra cara de invertir en fondos es entender muy bien que tienen dentro. Así podrás entender los beneficios potenciales de invertir en fondos mutuos y ver el valor que tienen en cuanto a la diversificación de su capital en riesgo a cambio de fees que pagarás por la gestión profesional de tu dinero.

¿No estás seguro? Pregunta siempre, no tengas vergüenza. En el mudo financiero no hay preguntas tontas. Al contrario, los tontos son lo que no preguntan. Hablando de preguntas y de la importancia de conocer en dónde uno invierte, un dato de suma relevancia son los instrumentos que se encuentran disponibles en la Bolsa.

Desmenuzando nuestros Fondos Mutuos.

En la Bolsa de Valores de Asunción (BVA) se negocian títulos que representan dos tipos de renta: Títulos de Renta Variable y Títulos de Renta Fija, los cuales son comprados y vendidos por los Administradores de Fondos para sus carteras de inversión.

La diferencia de este último es que cuenta con intereses y plazos de vencimiento predeterminados. Sus distintos productos son los más negociados en el país.

Uno de ellos son los bonos. Existen varios tipos, pero el más conocido es el bono corporativo, deuda que es emitida por una empresa, mediante la captación de dichos recursos se financiará y posteriormente retornará el capital más los intereses al inversionista.

Los bonos subordinados en cambio son emitidos por las Instituciones de Intermediación financiera (IFI) supervisadas por el Banco Central. Estos títulos pueden ser convertidos en acciones en el caso que la entidad no pueda alcanzar los límites de solvencia exigidos por la ley o necesite reponer las pérdidas de capital. Ejemplo reciente en el extranjero de esta clase de bonos fue el emitido por el difunto banco Credit Suisse, que terminaron con un valor de rescate de cero.

Además, se encuentran los Bonos bursátiles a corto plazo, títulos con plazos de 30 a 270 días. No olvidar a los muy demandados, Bonos del Tesoro son emitidos por el Ministerio de Hacienda y financian parte de las necesidades del sector público a través de su negociación en el mercado de valores.