Como parte de un evento promocional de la marca de champán Chandon y el equipo McLaren-Honda, en el que corre el bicampeón mundial asturiano, ambos deportistas se enfrentaron en una recta de 140 metros en el circuito del Owners Club, un club privado de coleccionistas de coches antiguos de la provincia de Buenos Aires.
Alonso, quien se desplazó a Argentina para este inédito desafío antes de viajar a Brasil, donde este fin de semana se disputa la penúltima prueba del Mundial, consideró tras bajarse del coche que correr a bordo del bugatti y con un caballo como rival fue una de las pruebas más divertidas a las que se ha enfrentado.
El automovilista y Pieres, considerado uno de los mejores polistas a nivel mundial, llegaron al recinto cercanas las 10.00 horas (13.00 GMT), rodeados de un gran despliegue de prensa local y de un equipo audiovisual que filmó toda la prueba para un posterior comercial de la empresa de espumantes.
Antes de competir, Alonso pudo probar el auto acompañado de un conductor de la casa y familiarizarse así con los controles arcaicos de la pieza de colección.
Luego, se desplazó junto al polista, ya encima del caballo, hasta la salida. Tras el pistoletazo, el animal y su jinete se adelantaron en los primeros compases de la carrera, aunque el vehículo terminó de acelerar en los últimos metros y acabó sacando una ventaja de unos palmos al caballo sobre la línea de meta.
El evento forma parte de una estrategia de promoción de Chandon que llevó este año al campeón mundial en 2005 y 2006 (con Renault) y a su compañero en McLaren-Honda, el inglés Jenson Button, a competir en un trazado entre los viñedos de una de las bodegas de la compañía en Australia.
Después de la carrera, Alonso partió hacia Brasil y Pieres se unió a la concentración de su equipo, el Ellerstina Polo Team, que disputa esta tarde la final del Abierto del Hurlingham Club contra La Dolfina.
