06 may. 2024

Feliz cumple, querida biblioteca

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El principal impulsor de la iniciativa es el escritor Aníbal Barreto Monzón.

Foto: Facebook Aníbal Barreto

En este singular país llamado Paraguay existen afirmaciones que acostumbramos repetir como si fueran verdades absolutas, solo por haberlas escuchado, sin disponernos a verificar que realmente respondan a la realidad. Una de ellas, que ya ha adquirido la condición de mito, es esa que sostiene que “los paraguayos no quieren leer libros”. ¿Quién lo dice? ¿En qué se fundamenta?

Ayer sábado, en un sencillo pero emotivo acto que a muchos probablemente les pasó desapercibido, en la Plaza Ayolas de Lambaré se celebró el tercer cumpleaños de la primera biblioteca callejera del país. Hubo música, brindis, improvisados discursos, pero sobre todo un lindo encuentro entre gente que comparte la pasión por la lectura y la renovada sorpresa de que esa primera iniciativa de instalar un pequeño mueble de libros en un espacio público, ha prendido de tal manera que en tres años ya existen más de 130 en todo el territorio nacional.

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La historia es conocida, pero es lindo volver a contarla. En el 2018, el escritor Aníbal Barreto Monzón y su esposa Cielo estaban en la ciudad de Clifton, Estados Unidos, cuando al pasar por una plaza vieron una pequeña estructura de metal y vidrios que parecía un buzón o una casita de palomas. Les llamó la atención que las personas abrían la puertita, sacaban un libro y se sentaban a leer en un banco, a la sombra de los árboles. Otros traían más libros, los dejaban en el lugar y retiraban uno.

Aníbal preguntó a los lugareños de qué se trataba. Le explicaron que era una pequeña biblioteca donde la gente deja libros para quien quisiera leerlos o intercambiarlos, sin más exigencia que amar la lectura. El escritor alzó una foto en su perfil de Facebook, narrando lo que he visto y agregado un comentario, sin muchas esperanzas: “¡Qué lindo sería que tengamos algo así en el Paraguay!”.

Al volver al país, encontró el mensaje de una joven llamada Pryscila León, que ofrecía financiar la construcción del mueble y le pedía que él consiga los libros. Así lo hicieron. El 27 de octubre de 2018, la Biblioteca Callejera de la Plaza Ayolas, en Lambaré, fue oficialmente inaugurada. “No va a durar”. “Te van a robar todos los libros”. “Es una quijotada en un país de gente ignorante”, fueron algunos de los comentarios que recibieron, pero la biblioteca de Lambaré sigue allí, celebrando su tercer cumpleaños y que han nacido más de un centenar de hermanitas en todo el país.

Somos miembros de esta legión de quijotes. Con mi esposa Desirée, hemos instalado también una biblioteca callejera frente a nuestra casa y espacio cultural en Atyrá. Es una delicia ver a los vecinos, principalmente a los niños y niñas, disputarse cada nuevo libro que incorporamos, gracias a gentiles donadores.

En estas últimas dos semanas se habilitarán siete nuevas bibliotecas callejeras: una en Altos, otra en el barrio Hipódromo de Asunción, otra en Itá, dos en La Colmena y dos en Acahay. Aníbal es el orgulloso papá que motiva y orienta a quienes desean realizar el emprendimiento en su comunidad. A pesar de sus limitaciones de salud, él viaja y asiste a cada inauguración, feliz de ver que las cosas buenas también se multiplican, feliz de ver que ese mito de que “los paraguayos no quieren leer libros” se va derrumbando con cada nueva casita de libros que brota en alguna vereda, en alguna plaza, al costado de algún camino rural.

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