24 abr. 2024

Favero ocupa 41% de Ñacunday, uno de los distritos más pobres del Sur

Las empresas que conforman el grupo tienen 44.000 hectáreas que ocupan más de un distrito en la zona, pero no hay beneficio para la comunidad. El impuesto subió este año y esperan recaudar más.

por una lado sin tierras y por el otro tierra de favero

Por Édgar Medina y Wilson Ferreira<br/><br/>ÑACUNDAY<br/><br/>Con una población de 8.000 habitantes, casi la mitad del distrito de Ñacunday, cuya superficie es de 85.000 hectáreas, pertenece a empresas que forman el Grupo Favero, liderado por el productor brasileño Tranquilo Favero. Son dueñas de 44.000 hectáreas de tierra, de las cuales 35.244 están en el distrito, el resto se extiende hasta Mayor Otaño, Departamento de Itapúa. <br/><br/> Su presencia y acción en el campo agrícola no son sinónimo de progreso en el distrito de Ñacunday a juzgar por la pobreza en la que se desenvuelven gran parte de su población que padece la falta de camino de todo tiempo, un mejor servicio de salud y puentes (sobre los ríos Ñacunday y Yacuy Guazú). <br/><br/> El aporte al Municipio en concepto de impuesto inmobiliario, no hace la diferencia debido a que en el país el valor fiscal de las tierras rurales fijadas por el Ministerio de Hacienda, pese a que fue incrementado el año pasado, sigue estando muy lejos del precio de mercado, por lo que el beneficio a las comunas que albergan a grandes poseedores de tierra, como es el caso de Ñacunday, es ínfima. <br/><br/> La empresa Agrosilo Santa Catalina SA y Nezildo Marini cuentan con 12.000 hectáreas y corresponden a la hacienda Espigón. Del otro lado del río Ñacunday se encuentra la empresa Agrotoro SA, que tiene 32.000 hectáreas. <br/><br/> Ambos inmuebles corresponden a propiedades de lo que se conoce como el Grupo Favero, que en total suman 44.000 hectáreas. El productor brasileño y sus familiares son dueños de casi la mitad del distrito de Ñacunday. Dentro de estas dos empresas hay otras, entre las que se encuentran Totemsa SA, Semillería Verónica y Campo Bello. Cada una de estas empresas pagan impuestos por separado al Municipio. <br/><br/>CONFLICTO. En la hacienda Espigón se desató uno de los conflictos de tierras más grande de los últimos tiempos, cuando en abril del 2011 unas 400 familias ocuparon unas 3.000 hectáreas, lideradas por el polémico dirigente Victoriano López, uno de los más férreos detractores de Favero. Luego el grupo de carperos aumentó a 10.000 personas provenientes de todo el país, que para la fecha volvió a reducirse al grupo inicial, ya bajo dirección de otros dirigentes campesinos.<br/><br/>DESCARGO. El abogado José Costa, del grupo Favero, aceptó una entrevista con ÚH, pero recién esta mañana. Aseguró que hacen asistencia social en la zona y explicó que ayudan a dos escuelas proveyendo rubros a docentes, e incluso a los carperos, con dinero en efectivo.<br/><br/>ESPERAN AUMENTO DE RECAUDACIÓN<br/><br/>Para este año se espera un aumento en las recaudaciones del impuesto inmobiliario debido que en diciembre del año pasado se dio a conocer el Decreto 10313, por el que los valores fiscales para inmuebles en zonas urbanas y rurales del interior se ajustaron en 18%. Las mejoras o edificaciones no forman parte de la base imponible. Otro ingreso que involucra a los tenedores de la tierra es la tasa por mantenimiento de caminos que en promedio por año genera para el municipio unos 210 millones de guaraníes. El precio fijado el año pasado fue de 3.000 guaraníes por hectárea pero este año, aumentó a 5.000 guaraníes. A diferencia del impuesto inmobiliario esta es una tasa municipal y es fijada la Municipalidad. Esta tasa es destinada el mantenimiento de caminos. Mientras el municipio espera recibir en concepto de royalties, del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) la suma de 500 millones de guaraníes y una suma de 1.400 millones de guaraníes de royalties y compensaciones de la Itaipú Binacional.<br/><br/> <br/><br/>

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