El negocio propio a través de proyectos emprendedores es una fuente de trabajo para las personas con discapacidad, que ayer presentaron sus pequeños negocios en un conversatorio sobre acceso laboral en el local del SNPP.
Rubén Dario tiene 31 años y emprendió un negocio de venta de productos de limpieza en Pedro Juan Caballero, junto con otros compañeros, luego de culminar dos cursos de capacitación con Sinafocal.
Muestra en un papel cómo se organiza para vender los productos, que cuestan desde G. 10.000 la botella.
“Hasta 30 botellas vendemos en un día”, cuenta.
El emprendedurismo es una opción ante el incumplimiento de las leyes que deberían proteger a las personas con discapacidad.
Es que en Paraguay, pese a la vigencia de la Ley Nº 3585/08, que “establece la obligatoriedad de la incorporación de personas con discapacidad en las instituciones públicas”, la normativa no se cumple.
La regla indica que todas las instituciones estatales deben contar con un cupo del 5% de empleabilidad para personas con discapacidad.
“Pero esta ley apenas se cumple en un 5%, de 13.000 puestos que deben estar disponibles en las entidades del Estado, apenas están ocupados menos de 2.000 actualmente”, lamenta María José Cabezudo, de la Fundación Saraki, que organizó el conversatorio.
De las 400 instituciones públicas de todo el país, solo 12 cumplen el cupo en el marco de la ley. Esto inclusive pese a que desde hace 45 días se promulgó una emergencia ante el incumplimiento de las leyes relacionadas a las personas con discapacidad.
Del encuentro realizado ayer, coorganizado por Sinafocal, participaron personas del interior del país, con el afán de conocer qué recursos disponibles existen para el acceso laboral o las capacitaciones.