Jhon Jairo Velásquez, su nombre de pila, falleció a los 57 años bajo custodia de los agentes carcelarios en el Instituto Nacional Cancerológico, en Bogotá, adonde había sido trasladado el 31 de diciembre.
Según el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), Popeye fue capturado el 25 de mayo de 2018 acusado de “concierto para delinquir y extorsión”.
Conocido por su alias criminal, el confeso sicario ya había pasado 23 años en la cárcel tras someterse a la justicia en 1992. Hasta entonces fue uno de los hombres más cercanos a Pablo Escobar, el temido jefe del cartel de Medellín, que exportó miles de toneladas de droga a Estados Unidos.
Llegó a presentarse como el jefe de pistoleros del capo de la cocaína.
En una entrevista con la AFP en 2015, Popeye dijo haber asesinado a “por lo menos 250 personas, quizás 300” por instrucciones de su “patrón”.
En prisión, Popeye se hizo famoso por su locuacidad e historias de fábula sobre su vida criminal. Velásquez quiso “engrandecerse (...) y justificar su actividad criminal”, pero su papel fue más de “publicista de las acciones criminales del Cartel de Medellín”, dijo recientemente a la AFP el ex vicepresidente y general retirado Óscar Naranjo, uno de los hombres qué más persiguió a Escobar. AFP