El felino había ingresado al Centro de Investigación de Animales Silvestres en el año 2001, a la edad de seis meses, con problemas físicos, pero mediante la atención que recibió logró superar el cuadro, incluso el promedio de vida en estado silvestre, conforme con lo informado por la Itaipú. Tras su muerte, el cuerpo fue preservado debido al alto valor del ejemplar. Será sometido a una necropsia para la evaluación de la posibilidad de disecación o taxidermia.
El deceso se produjo el pasado sábado como consecuencia de su estado senil. El felino arrastró durante toda su existencia una enfermedad ósea metabólica irreversible, a consecuencia de una malformación que se le había detectado tras su captura y que obedecía a una mala alimentación en los primeros meses de vida, indicaron en la binacional.
Chito comenzó disminuyendo su ingesta de ración diaria hace una semana y el viernes dejó de responder al llamado de sus cuidadores, cayendo en letargo, con alteración en el patrón de su respiración.
Los veterinarios le suministraron un analgésico opioide para aliviarle los dolores que pudiera estar sufriendo, hasta que el sábado, a primera hora de la mañana, los cuidadores ya lo encontraron muerto. Los cuidadores solían llamarlo para ingresar al recinto de su albergue y realizar tareas de limpieza.
Casi toda su vida estuvo al cuidado de técnicos en la sede del CIASI, en la ciudad de Hernandarias. Ingresó en octubre del año 2001, proveniente del distrito de Tacuatí, Departamento de San Pedro. EM