El canciller paraguayo señaló que las conversaciones se están dando entre las partes basadas en principios en los que coinciden plenamente y donde el acuerdo persigue el beneficio para ambos países.
Se espera que en los siguientes diez días se dé a conocer la definición de la tarifa que cobra la entidad y, consecuentemente, del presupuesto 2024 de la central hidroeléctrica, es decir, a finales del mes de abril. La idea es que este acuerdo por la tarifa dure al menos tres años de manera de reducir desgastes en futuras negociaciones.
Actualmente la tarifa de Itaipú 2023 vigente rige gracias a una demanda judicial promovida ante el sistema judicial brasileño por la Empresa Brasilera de Participaciones en Energía Nuclear y Binacional (ENBPar) con el objetivo de mantener la tarifa de USD 16,71 kW/mes. Es de suponer que Brasil busque mantener la tarifa o incluso reducir hasta los USD 14,77 kW/mes.
La aspiración inicial del Gobierno paraguayo era elevar la tarifa de Itaipú incluso hasta los USD 22,6 kW/mes; sin embargo, esta opción está casi eliminada como posibilidad, dada la reducción que de hecho ya se produjo en Brasil. Con la tarifa vigente actualmente, Paraguay recibiría unos 400 millones de dólares.
Según declaraciones de algunos técnicos con conocimiento del tema, existen dos escenarios ventajosos para Paraguay en la negociación de Itaipú. Una situación es con Paraguay incorporando los gastos sociales al Presupuesto General de la Nación, con USD 1.000 millones más a través de una tarifa pretendida por el Gobierno de USD 22,23 kW/mes. Una segunda situación es con la tarifa de Itaipú bajando completamente, para que el Paraguay ejerza su soberanía comprando todo su 50% a través de la administración eléctrica.
Los dos casos extremos podrían ser beneficiosos para nuestro país. Sin embargo, los casos intermedios no son necesariamente buenos, ya que en lugar de tener un beneficio de USD 1.000 millones, este bajaría mientras que el del Brasil aumentaría.
Por lo tanto, hay que tener cuidado con creer que una negociación en la que se defina una tarifa promedio entre la aspiración inicial nacional y la aspiración de Brasil es positiva para Paraguay y es el resultado de una estrategia en la que “todos ganan” o “win-win”.
Esperamos que el Gobierno mejore la información sobre las negociaciones y si ya hay acuerdo que los señale, ya que hasta ahora el país pierde su soberanía hasta en el acceso a la información, ya que muchas novedades son proporcionadas primero por medios de prensa del vecino país. Esto contribuye a la desconfianza, ya de por sí erosionada por permanentes conflictos que la mayoría de las veces podrían haberse evitado con una buena comunicación entre el Gobierno y la ciudadanía.