El Banco Mundial proyectó un crecimiento del producto interno bruto (PIB) del 4,8% mientras que el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno de Paraguay del 4,5%. Estas proyecciones se sustentaban en las expectativas de los volúmenes de proyectos de inversión pública y privada, de los buenos resultados de las exportaciones agrícolas y de energía hidroeléctrica y el mayor consumo privado.
En general, la actividad económica hasta el tercer trimestre presentó una dinámica favorable, con una variación interanual de 3,6%, impulsada por los resultados positivos en servicios, electricidad y agua, industria manufacturera, agricultura y ganadería. En contrapartida, el sector construcción atenuó este crecimiento. Por el lado del gasto, se registró una incidencia positiva del consumo privado y público, y de las exportaciones netas, mientras que la formación bruta de capital fijo se redujo interanualmente.
Se espera que la meta de inflación se cumpla hacia finales del año, lo que constituye una buena noticia después de alrededor de dos años de altos promedios mensuales de inflación. El Banco Central del Paraguay (BCP) informó que a fines de 2023 la variación del índice de precios al consumidor (IPC) se posicionó en 3,7%. De esta manera, el resultado volvió a ubicarse próximo a la meta oficial (de 4%), luego de dos años consecutivos (2021 y 2022) en los cuales la inflación estuvo por sobre el techo del rango meta (6%). La principal presión a la baja en el mes provino de los precios de los combustibles y a la alza hortalizas y tubérculos y frutas frescas, así como carne vacuna y de pollo.
La tercera noticia positiva fue la tendencia decreciente de la tasa de interés de la política monetaria. El Comité de Política Monetaria (CPM) decidió reducir la tasa de interés de política monetaria varias veces en el año, cerrando finalmente la misma en 6,75%. De acuerdo con un comunicado del Banco Central del Paraguay (BCP), la decisión obedeció al escenario macroeconómico internacional que ha evolucionado favorablemente, tanto por las señales de una política monetaria menos restrictiva de la Reserva Federal como por las menores presiones provenientes de los precios de los commodities, principalmente del petróleo. En el entorno doméstico, la actividad económica y los indicadores de inflación se mantuvieron en los rangos estimados para 2023.
A lo largo del año, algunos indicadores de empleo muestran tendencias positivas, lo que permite augurar un buen cierre. Si bien no se cuentan con datos de ingresos laborales ni de pobreza, se espera que estos indicadores también tiendan positivamente dado que están vinculados al PIB y a la inflación, que como se observó permiten esperar con optimismo los indicadores finales para el año 2023.
Pareciera que el año 2023 se acaba con algunos indicadores con tendencias favorables; no obstante, habrá que esperar los datos oficiales entre marzo y abril, ya que no solo son importantes los promedios generales de variables macroeconómicas, sino también cómo estos tienen efectos a nivel microeconómico y en la reducción de las desigualdades económicas, uno de los principales obstáculos para lograr una trayectoria sostenida hacia el desarrollo.