La tripulación de la misión Ax-1 despegó sobre la hora prevista, las 11:17 hora local (15:17 GMT), desde Cabo Cañaveral y a bordo de una cápsula Dragon colocada encima de un cohete Falcon 9, ambas de la compañía privada SpaceX.
Además de López-Alegría, los otros tres civiles que viajan rumbo a la EEI, donde estarán ocho días, son el estadounidense Larry Connor, que servirá como piloto; el canadiense Mark Pathy y el israelí Eytan Stibbe, estos dos como especialistas.
Menos de diez minutos después del lanzamiento desde una plataforma del Centro Espacial Kennedy, la primera etapa del Falcon 9, que cumplió su quinta misión, aterrizó sin contratiempos en una plataforma colocada en el Atlántico para su posterior reutilización.
La firma fundada por el magnate Elon Musk alcanzó así la recuperación número 113 de esta etapa del cohete, 87 de ellas logradas en el océano.
Poco después de la recuperación del propulsor del Falcon 9 la cápsula Dragon se separaba de la segunda etapa del cohete y continuaba en modo autónomo el trayecto de unas 20 horas de duración rumbo a la EEI, donde se espera que llegue sobre las 7:45 hora local de hoy (11:45 GMT). “Ese ha sido un viaje increíble”, manifestó desde la cápsula López-Alegría, nacido hace 63 años en España y criado desde pequeño en Estados Unidos.
La sala de control había antes deseado a la tripulación un buen viaje y que fuese productivo: “Hagan una gran investigación por nosotros y les vemos de vuelta aquí (en la Tierra)”, le dijeron.
La misión Ax-1, además de suponer la primera visita comercial a la EEI, es también el segundo vuelo totalmente comercial puesto en órbita tras la misión Inspiration4 de setiembre pasado, también con financiación privada e igualmente en una cápsula Dragon de SpaceX.
LABORATORIO. Como se destacó el jueves en una rueda de prensa previa al lanzamiento, la Ax-1 será de carácter científico y sus miembros realizarán “innovadores” experimentos de investigación mientras se encuentren en el llamado laboratorio orbital.
Derek Hassmann, director de operaciones de Axiom Space, puso de relieve el jueves la importancia de la misión respecto a la meta de esta compañía con sede en Texas (EEUU) de construir la próxima estación comercial espacial entre los años 2024 y 2030, y que estará conectada a la EEI.
“Es la primera de varias misiones que seguirán en el año 2024 que pondrán a prueba nuestras capacidades” para el cumplimiento de este objetivo, añadió Hassmann.