Un crecimiento económico notable es el que tuvo José María González Araújo a partir de vincularse en el año 2004 con el futbolista Salvador Cabañas, quien hoy en día le retiró su representación y lo denunció por estafa y lesión de confianza ante la Unidad de Delitos Económicos del Ministerio Público.
La Fiscalía imputó a José María y allanó su mansión para detenerlo, pero el mismo se encuentra prófugo y con paradero desconocido.
ASCENSO. De ser desempleado, José María González hoy vive en una mansión en el barrio Palma Loma de Luque, posee más de una estancia, una playa de venta de vehículos en Asunción, entre otros bienes que fue acumulando en los últimos años.
La residencia está asentada en varios lotes que ocupan media manzana y perteneció hace años a Luis Alberto González Ravetti, primer general de División de la Aeronáutica, quien construyó la casa. Cuenta con amplios jardines, pileta, cancha de tenis y de fútbol, además de un quincho.
Antes de ser representante de Cabañas, González era un desempleado a quien su madre le estaba buscando trabajo, según detalló la propia esposa del futbolista, María Lorgia Alonzo, en una entrevista con ÚH.
Gracias a su hermana Luli, esposa de Alfredo Mendoza, ex futbolista y por entonces representante de Cabañas, José María fue empleado por su cuñado, con lo cual empezó su relacionamiento con Salvador y su familia. Mendoza presentó a José María en el 2004 a Cabañas y su familia, y lo delegó como responsable de atenderlo. A partir de ahí se convirtió en la sombra del futbolista y su familia, haciéndole hasta las compras del supermercado, atento y presente en todo momento, sugiriéndole inversiones, a la par que le recomendaba desvincularse de Mendoza, a pesar de ser éste el marido de su hermana y quien le dio trabajo, según contó María Lorgia.
José María logró finalmente apartar a su cuñado como representante del futbolista y firmó con Cabañas un contrato de mediación deportiva en el 2008. Pero antes ya había logrado que Salvador haga algunas inversiones sin que Mendoza tuviera conocimiento ni participación, según lo detalló María Lorgia. González nunca tuvo un manejo transparente de los bienes de Cabañas, sólo mostraba unas planillas, y cambió de actitud tras el atentado.
La fiscala Rocío Vallejo allanó la casa del ex representante de Salvador Cabañas, pero este huyó temprano supuestamente rumbo al Chaco.