El gobierno del estado de Roraima, en el norte de Brasil, pidió ayer al Supremo Tribunal Federal (STF) que detenga la entrada de inmigrantes venezolanos, aumentando la presión sobre el Ejecutivo para que resuelva una creciente crisis regional.
La petición se produjo tras un fin de semana de violencia en el estado, donde han llegado decenas de miles de venezolanos en los últimos años huyendo de la inestabilidad económica y política en su país. “Como consecuencia de los graves conflictos del fin de semana, el estado de Roraima presentó una petición urgente que busca la suspensión temporal de la inmigración venezolana a través de la frontera”, dijo el gobierno estatal. El STF ya rechazó un pedido previo de Roraima, ya que la Constitución exige mantener la frontera abierta, por lo que es improbable que acceda ahora. Por su parte, el ministro de Seguridad Institucional de la Presidencia Sergio Etchegoyen, afirmó que un cierre de la frontera con Venezuela tras los incidentes ocurridos durante el fin de semana es impensable y sería ilegal. Etchegoyen contestó así a una nueva acción de las autoridades del estado fronterizo de Roraima, puerta de entrada de los venezolanos. reuters-efe