El Hospital Barrio Obrero no escapa de este problema. Muchas personas están horas antes para acceder a los escasos números para la atención diaria.
“Yo estoy desde las 05:15 de la mañana. A las 11:30 dan el turno. Luego esperás para consultar. El doctor viene a eso de las 02:00, 02:30 de la tarde. Uno viene a la mañana ya para consultar a la tarde. Si llegás a la hora que te dicen ya no conseguís turno”, cuenta Viviana Recalde, quien llegó desde el barrio Santa Ana para consultar con un cardiólogo.
Viviana no es la única que debe pasar toda la mañana en el hospital. Con diferencias en los horarios, otras personas también están desde horas antes a la espera del momento en que se agendan las consultas en el día.
La usuaria del hospital contó que solo se distribuyen 10 lugares para ser atendidos por el profesional del corazón. “Uno tiene que hacer el esfuercito para adelantarse en el turno”, dice Viviana.
Para las personas de la tercera edad hay prioridad en la expedición de números, cuenta María Almada, quien también fue a consultar con el cardiólogo. Sin embargo, reclama la falta de medicamentos. “Son caros los remedios que tenemos que comprar”, expresa la usuaria.
Los pocos especialistas en el hospital limitan la cantidad de personas que pueden atender, cuenta María Bogado, quien desde la Costanera Norte fue hasta el Barrio Obrero.
“Una vez vine casi a las 11:45 y ya no había más números. Pocas personas hay para algunas especialidades. Como no conseguí, volví luego de una semana pero más temprano”, cuenta María.
Situación. La licenciada Juliana Ortiz, jefa de Enfermería de programas del Ministerio de Salud en el Hospital Barrio Obrero, admite la larga espera de los pacientes.
Según dice, el problema tiene que ver con la infraestructura del centro asistencial.
Como el edificio es pequeño y ya tiene sus años, resulta imposible recibir a más cantidad de pacientes.
“Desde que Clínicas se fue a San Lorenzo, prácticamente somos nosotros los únicos que recibimos de todos lados a la gente”, explica.
La preocupación por la falta de espacios se acentúa los días de lluvia y de intenso calor. En una de las dos ventanillas se da prioridad a personas de la tercera edad, embarazadas y con niños.
Admite también que hubo falta de Losartan, un medicamento para hipertensos. Actualmente desde hace tres meses no cuentan con Cardevilol, otro medicamento para pacientes cardiacos.
Desde hace tiempo, cuenta, aguardan que se haga realidad el proyecto del Gran Hospital Barrio Obrero, dice. “Nos trajeron la maqueta y todo, pero hasta ahora nada pasó”.
Esperamos que se haga realidad el proyecto del gran hospital. El que tenemos ya no da más para la cantidad de gente
Juliana Ortiz,
jefa de Enfermería.