AFP
MADRID, ESPAÑA
Benedicto XVI aseguró ayer, al término de su visita de cuatro días a Madrid, que España “puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica”, y dijo que reza por “los que no encuentran trabajo”, en un país con más de 4 millones de desempleados. “España es una gran nación que, en una convivencia sanamente abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica, Lo ha manifestado una vez más en estos días, al desplegar su capacidad técnica”, dijo en referencia a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
“Quisiera asegurar a los españoles que los tengo muy presentes en mi oración, rezando especialmente por los matrimonios y las familias que afrontan dificultades de diversa naturaleza”, aseguró el papa sin hacer alusión al matrimonio homosexual, en vigor en España desde el 2005 y que no aprueba el Vaticano.
Benedicto XVI no criticó en este viaje esta ley del gobierno socialista español de José Luis Rodríguez Zapatero ni la ampliación de la ley del aborto, después de haber arremetido en su anterior visita, en noviembre, contra una “fuerte” secularización y anticlericalismo como en los años anteriores a la Guerra Civil española. También habló de economía, al pedir que esta se centre en el hombre y no en los beneficios.