En el artículo 268 de la Constitución Nacional en sus cinco ítems donde se formulan sus deberes y atribuciones, aparece bien claro que este cargo del Ministerio Público tiene mucho de investigación para descubrir la verdad del hecho que toca.
Ahora presento una pregunta. ¿Investigan de verdad? Y creo que sí. Sin embargo, podemos añadir algunos casos en que se falla en esto. Personalmente tengo dos.
Trabajando en el Bañado Sur he visto a jóvenes detenidos por supuestos delitos de robos o drogas, estos rápidamente de la policía iban al fiscal barrial, con facilidad. Y este lo enviaba a Tacumbú a integrar por años el grupo de los paseros que saben cuándo entraron, pero que ignoran cómo va su causa ni la entiende y cuándo saldrá.
Esa rapidez fiscal de envío a Tacumbú se contradice con lo complicada que es la situación de la juventud en un barrio pobre.
Y, lo que es peor, por venir ese joven de un barrio pobre se le aplica el estereotipo que ya tienen de los jóvenes de los bañados y sin más, sin investigarlo a fondo, se les envía al penal.
Y lo que más me golpea de todo esto es que se actúa así porque ese muchacho es pobre. Precisamente cuando por serlo hay mucha investigación que hacer por la causas complejas de la pobreza.
El segundo caso se refiere al juicio de la causa de Curuguaty felizmente acabada, precisamente por fallos en la investigación fiscal.
En absoluto se investigó la muerte de los once campesinos asesinados. Y la investigación en este caso fue parcial porque se partió del convencimiento de que las muertes de los seis policías fueron por culpa solo de los campesinos, no investigándose otras causas.
Los actuales escraches contra los corruptos están facilitando a los fiscales pistas de investigación sobre los robos de esos corruptos escrachados. Espero que sepan usarlas.