La epidemia de los accidentes de tránsito vuelve a amenazar con saturar nuestro golpeado sistema de salud, el cual apenas está repuesto de la grave crisis por el Covid de hace unos meses, cuando a la vuelta de la esquina acecha una tercera ola de contagios y una nueva cepa del virus.
El Hospital de Trauma, uno de los lugares emblemáticos en la atención de los siniestrados, se enfrenta nuevamente al aumento de los casos de accidentes de tránsito y violencia civil que mantienen en rojo la ocupación de camas en este centro asistencial.
Casi el 50% de los pacientes que ingresan al Hospital de Trauma presentan signos de estado etílico o consumo de algún tipo de estupefaciente, de acuerdo con los datos de este centro médico. Y, en cuanto al ránking de percances viales a nivel del país, los motociclistas se llevan todos los nefastos méritos.
Pero se sabe que, además del elevado consumo de alcohol o algún tipo de estupefaciente, hay otros factores que son causas frecuentes de los accidentes de tránsito; entre ellas, una de las principales es la alta velocidad. La alta velocidad y, en general, la imprudencia de los conductores se producen a nivel extendido en zonas urbanas, rurales, rutas internacionales y caminos vecinales, sin distinción alguna.
La terrible epidemia de accidentes que desde hace años azota a nuestro país no podrá ser resuelta mientras las instituciones no ejerzan adecuadamente los controles, sobre todo sin generar sombras de dudas acerca de sus procedimientos, actuando con absoluta transparencia. También es bien conocido que la cantidad de accidentes aumenta durante los fines de semana, algunos de estos particularmente violentos, razón por la cual en estos periodos se debería aumentar el control.
Al mismo tiempo, tanto el Gobierno Central como los gobiernos municipales deben comprometerse activamente y en forma sostenida con campañas de educación vial para los conductores; pero, paralelamente, tienen que realizar un mejor trabajo para mejorar la infraestructura, en cuanto a la calidad de las calles y su señalización.
Los accidentes en la vía pública están liderados indiscutiblemente por los motociclistas. En 2019 se reportaban un total de 15.372 accidentes de tránsito en el país, de los cuales 11.231 fueron en moto.
En 2020, cuando se iniciaba la pandemia por Covid-19, hubo 13.195 percances viales, de los cuales la cifra más alta fueron los percances en motocicleta, con 9.944 accidentes. Asunción y ciudades del Departamento Central son los lugares donde se concentra la mayor cantidad de accidentes; de acuerdo con los informes, en los accidentes de motocicletas se ven involucrados niños de 2 y 10 años, y hasta bebés de 5 meses.
La epidemia de accidentes de tránsito es una prueba de que rápidamente nos estamos dirigiendo a la antigua normalidad de conductas imprudentes e irresponsables por parte de los conductores. Ante este escenario, el Estado debe actuar antes de que la situación vuelva a ser incontrolable y se pierdan los modestos logros alcanzados por la salud pública durante la pandemia del Covid-19, con hospitales inevitablemente colapsados.