Desde su declaración como “significativamente corrupto” por el Gobierno de Estados Unidos, hace 7 meses, Horacio Cartes vive una lenta agonía con efectos devastadores para su imperio económico. El primer golpe político fue el 22 de julio, al que siguió la dura sanción financiera del Departamento del Tesoro el pasado 26 de enero, que lo obliga a desprenderse de sus acciones transfiriendo sus bienes y empresas a sus familiares, ya que está bloqueado para negociar con empresas estadounidenses y acceder al sistema financiero de EEUU. Como el dólar es la moneda del 85% del comercio mundial, él está imposibilitado para realizar transacciones. Tiene lo que le llaman “activos tóxicos” y por ello debe apartarse.
Hace días se anunció que la cementera Cecon y JGL (Jiménez Gaona y Lima) concretaron el proceso de reestructuración del paquete accionario y que Cartes “ha transferido definitivamente, de manera incondicional e irrevocable, la totalidad de sus acciones en ambas empresas en concepto de participación anticipada de herencia, a favor de sus descendientes”. De esta forma, dejó de tener toda participación accionaria directa e indirectamente en dichas empresas dejando de ser beneficiario final de las mismas.
Tal el peso del bloqueo que está perjudicando a su propio partido. Como la ANR necesita un millonario préstamo para la campaña electoral (G. 37.000 millones), y su firma no sirve, el partido se vio obligado a delegar en otros miembros la responsabilidad de asumir la deuda. “El problema es Cartes, no el partido”, dijeron unos. “Si los bancos ponen trabas, debe renunciar como presidente”, dijeron otros. El monarca reina, pero su lapicera no le sirve para ejercer el poder formal.
Pocas veces EEUU fue tan duro. Si bien ha declarado significativamente corruptos a varios políticos, el cerco político y económico sobre el ex presidente de la República es inédito, lo que alimenta la posibilidad de que el tiro de gracia sea el pedido de extradición. Estas aguas tormentosas se navegan por primera vez y por ello genera el tembladeral político. Lo admitió su abogado Pedro Ovelar: “El punto principal a nivel local, cualquier persona que hable de conocimiento, interpretación, lo hace sin la experiencia de vida, porque es la primera vez que se está dando algo así en el país, de esta envergadura”.
Y este último punto es el que genera mayor incertidumbre. La sanción financiera tiene efectos colaterales y puso en alerta a la élite económica. En la Embajada de EEUU creció exponencialmente la consulta sobre los efectos de la medida y el alcance de las esquirlas. “Si todo se hace en el marco de la debida diligencia, no hay problemas”, responden los funcionarios.
Mario Abdo Benítez encontró el momentum para elevar del 20 al 22% el impuesto selectivo al tabaco. La incidencia impositiva es mínima, pero la decisión revela el deterioro político de Cartes.
Si bien las sanciones de EEUU son claras con respecto al ex presidente, aún es difícil vaticinar cuáles serán las consecuencias políticas y electorales. Quizá la derivación más fuerte de esta situación es la ruptura de la élite económica, que hasta ahora ha demostrado lealtad (por conveniencia) al Partido Colorado. Hoy existen grupos que se animan a desafiar la concentración del poder del cartismo.
DECADENCIA. En su historia reciente, la ANR no registra situación semejante. Ninguna administración ha llegado a estos niveles. El modelo colorado tiene como base la corrupción, sin embargo, nunca antes se dio un escenario similar en el que su presidente, quien fuera presidente de la República, con el decidido objetivo de ser el poder detrás del poder a través de su candidato, sea sancionado política y económicamente por EEUU por corrupción, sobornos, abuso de poder y vínculos con el terrorismo. Si bien el vicepresidente Hugo Velázquez tiene las mismas sanciones, el foco se centra en el tabacalero por su incidencia hegemónica en la vida nacional.
Tal el peso de las acusaciones, que el otrora ministro de Hacienda que busca erigirse como el candidato moderno, alejado de las “viejas prácticas coloradas”, hoy ya no puede sostener ningún discurso sobre institucionalidad y ética. ¿Cómo puede hacerlo siendo empleado de quien es, y obligado a defender el prontuario de su jefe? ¿De qué cultura empresarial y defensa de la economía transparente, de juego limpio, sin abusos de poder puede hablar si hoy su mentor está obligado a desaparecer del mundo económico justamente porque ha roto todas las reglas porque tenía a sus pies el Estado? ¿Cómo va a ejercer Peña el poder, en caso que gane, si el patrón de su candidatura es esencialmente una doctrina que horada la democracia y donde la libre competencia es una ficción?
Pocos son los colorados que tienen la disyuntiva de las secuelas para el partido y el país el retorno de la hegemonía de un modelo de concentración de poder absoluta.
Ese dilema no lo tienen el disciplinado electorado colorado ni quienes se benefician del modelo.
Ese dilema no lo tiene el votante de la Concertación, que ya tiene una posición asumida.
¿Tienen ese dilema ese grupo de ciudadanos que apoyan candidaturas testimoniales o funcionales?
¿Tiene ese dilema el que ni siquiera está convencido de ir a votar?
Textual
“¿Qué es lo que yo quiero para el Paraguay? Yo quiero un Paraguay donde no haya pobres, yo quiero un Paraguay donde no haya gente que quiera trabajar y no consiga trabajo. Yo no quiero eso. Todo el que quiera trabajar… porque hay mucha gente también que no quiere trabajar. Nuestros vecinos acá en la Argentina no quieren trabajar. Esa es una realidad y está mal y no tenemos que llegar a eso”.
(Santiago Peña, candidato presidencial de la ANR)
LO QUE HAY QUE SABER
LA CASA EN ORDEN. Luego de la minicrisis ante la negativa del ministro Jiménez Rolón de ser vice segundo y su posterior aceptación, la Corte Suprema busca recuperar la normalidad.
INADMISIBLE. El proceso de selección de la terna para la Corte tuvo un episodio de posible fraude que obligó a repetir el examen y desató dudas sobre el Consejo de la Magistratura.
LO DE SIEMPRE. Una nueva alerta epidemiológica está generando el chikungunya en medio de la eterna desidia de intendentes y la ciudadanía, que no eliminan los criaderos de mosquitos.
BAJO SOSPECHA. El intendente Nenecho Rodríguez no tuvo alternativa que frenar el estacionamiento tarifado en Asunción ante sospechas de irregularidades en el contrato.