El 40% de la población de la capital de Itapúa se provee de agua de pozos artesianos y aseguran que el nivel estático de dichos pozos irá descendiendo por falta de agua en el acuífero. Este hecho afectará directamente a las más de 100 aguateras o prestatarias del servicio de provisión de agua que operan en el municipio.
Ante el desalentador panorama, las autoridades municipales de la ciudad de Encarnación trabajan en alistar un plan en la búsqueda de garantizar a la población la provisión del vital líquido. En ese sentido, desde la Dirección de Salubridad y Medio Ambiente de la Municipalidad de Encarnación, trabajan en distintos planes para dar respuestas a la amenaza debido a las escasas precipitaciones en las cuencas altas del río Paraná, de que pueda presentarse el fenómeno climatológico denominado La Niña, el cual representa escasez de agua para los próximos meses de este año.
Al respecto, el ingeniero Victoriano Vázquez, director de Salubridad de la Comuna encarnacena, señaló que las expectativas no son de las mejores y cada vez se acentúa más la escasez de lluvias importantes en la cuenca del Paraná, lo que conlleva a la amenaza de la provisión del vital líquido. “Si bien estamos en una fase neutra, la tendencia es que pasemos al fenómeno de La Niña, y este fenómeno para nuestra latitud significa escasez de agua. Ya con el nivel de agua que tenemos más el escenario futuro que probablemente la situación se complique. Un 40% de la población encarnacena se provee de pozos artesianos, y el nivel estático de esos pozos por falta de agua en el acuífero irá descendiendo; de la misma manera los más de 100 prestadores de agua del distrito se verán afectados en su distribución”, explicó.
El mismo señaló que el río Paraná a la fecha presenta marcas históricas de descenso del agua. “Desde 1944 que no se registraba un caudal tan bajo en el Paraná, de 6.000 metros cúbicos por segundo; cuando su caudal normal es de 14.000 metros cúbicos por segundo, y cabe destacar que esta bajante afecta de la misma manera a las aguas subterráneas”, añadió Vázquez. “El principal problema lastimosamente es la falta de precipitaciones, es la naturaleza la que nos lleva a esta situación, si bien estamos en una etapa de déficit hídrico, estamos trabajando para tener varias alternativas y no llegar al verano con las dificultades de falta de agua”, remarcó el director de Salubridad de la Comuna encarnacena.
El profesional explicó además que otro factor destacable que se hizo visible en medio de la bajante del río es la biomasa, que quedó pendiente de retiro de parte de la EBY dentro del Plan de Terminación de la represa.