En un enfrentamiento entre agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y la Agrupación Campesina Armada (ACA) cayó abatida la hermana de los Jara Larrea, mientras los demás miembros pudieron huir abandonando varias evidencias, entre ellas, poderosas armas y explosivos.
La fallecida es Leticia Jara Larrea (19), hermana de Albino y Alfredo, líderes fundadores de la ACA, ambos ya abatidos con anterioridad.
El hecho se produjo ayer a la mañana, en el campo comunal de Alemán Cué, distrito de Horqueta, donde los agentes de la FTC rodearon un campamento identificado a través de un trabajo de inteligencia. En el lugar, apareció una mujer con vestimenta camuflada y arma en manos, quien al percatarse de la presencia militar abrió fuego sumándose a la acción sus compañeros que se hallaban en otra posición.
“Los disparos fueron muchos, porque los delincuentes que estaban en otra posición disparaban contra los agentes y estos respondían, es ahí que la mujer cayó abatida”, señaló Héctor Grau, comandante del Comando de Defensa Interna (CODI). Indicó que la mujer de 19 años ingresó al EPP cuando tenía 14 y que luego pasó con su hermana Zulma al Ejército del Mariscal López, liderado por Alejandro Ramos y luego de nuevo a la ACA.
Agregó que hallaron en una caleta evidencias importantes como potentes armas, entre ellas, un fusil AK-47 y una subametralladora calibre 22 Magnum, más las 3 armas robadas de la estancia Oro Verde. “Aún no hemos analizado todas las evidencias, porque son varias; creemos que esto es solo un inicio de lo que más adelante pudiera venir”, destacó Grau.
Otras evidencias son tres notebooks, dos explosivos, cartuchos, ropas camufladas, anotaciones, libros, panel solar, martillo, serrucho y más.
La fiscala Carolina Quevedo ordenó el traslado del cuerpo a la morgue del Hospital Regional de Concepción, donde fue inspeccionado el cadáver y luego entregado a sus familiares de Arroyito, Núcleo 6.
A la siesta, el presidente Mario Abdo llegó a la base de la FTC en Arroyito. Conversó con las autoridades de seguridad, almorzó y luego de observar las evidencias volvió a Asunción. Su presencia fue discreta, pero se supo que la conversación giró en torno al operativo y a la desaparición del enfermero Bernardo Gómez, en Azote´y.