Contados estarían de acuerdo, y otros no creen que sea la solución. Lo cierto y concreto es que ya está en el debate, y el tratamiento ya dependerá de la urgencia que se determine dentro de la Comisión Permanente, y, sobre todo, del cuórum cuando se convoque a sesión.
La senadora progresista Desirée Masi manifestó su desacuerdo con el proyecto. “No estoy de acuerdo con el pase sanitario porque va a aumentar la sensación de falsa seguridad, que de hecho ya dan las vacunas, porque no se explicó bien”, sostuvo.
“Se entendió que con las vacunas era el fin de la pandemia y todos sabemos que no es. Se tienen que seguir las medidas, mascarillas, vacunas, ventilación y distanciamiento”, remarcó Masi.
“Las vacunas no son neutralizantes, no evitan la infección. Los vacunados podemos contagiar”, indicó.
“La gente cree que puede salir a aglomerarse. Las vacunas nunca fueron neutralizantes. Ninguna vacuna evita progresión a formas graves y la muerte”, remarcó.
Anunció que va a presentar un proyecto de ley para la ventilación de edificios públicos y privados, por ser la principal vía de contagio.
“Si no pueden instalar ventanas, tienen que instalar purificadores. Esa es la medida más importante, y no el pase sanitario”, consideró.
“Es similar a potabilizar el agua. Respiramos aire contaminado en espacios cerrados. Es como estar respirando cloaca y nadie dice nada”, cuestionó la senadora.
“La pandemia y sus implicancias nos exigen una mirada nueva sobre los mecanismos de salvaguarda de la vida y la convivencia”, alegó la colorada Blanca Ovelar.
“En ese marco, el tema de las libertades individuales hay que debatir a fondo, porque mi libertad debe armonizarse con el derecho y la libertad del otro”, remarcó, y dijo estar a favor del pase sanitario.
“La verdad que es inconstitucional, si vamos por la libertad de las personas”, indicó Martín Arévalo, también del sector de la ANR.
“Puede ser un mecanismo de presión en lugares públicos, como normalmente se reserva el derecho de admisión (...) por política de empresa, se admita o deje pasar a gente que solo tiene las vacunas”, refirió el senador.
“Lo que sí creo que tenemos que trascender el debate, los que estamos a favor y los antivacunas, de los derechos y los deberes individuales”, opinó el luguista Hugo Richer.
“Todo este rechazo a las vacunas, más allá de las cuestiones o creencias, también hay que señalar el descreimiento por la cuestión comercial, monopolizada por grandes empresas. La distribución del acceso a los países ricos, pobres, incidió profundamente”, consideró.
Para Gilberto Apuril, la propuesta del diputado cree que no corresponde aplicar en el sector público, y que el privado puede restringir. Para el colorado Arnaldo Franco es una tendencia de los países del primer mundo.
No estoy de acuerdo con el pase sanitario porque va a aumentar la sensación de falsa seguridad.
Desirée Masi,
PDP.
Me parece que en el sector público no corresponde. Quizá, en el privado uno pueda restringir.
Gilberto Apuril,
Hagamos.
Mi libertad debe armonizarse con el derecho y la libertad del otro. Son necesarias estas medidas; yo estoy de acuerdo.
Blanca Ovelar,
ANR.
Todo este rechazo, a las vacunas, también hay que señalar, es el descreimiento por la cuestión comercial.
Hugo Richer,
FG.
Es inconstitucional, si vamos por la libertad de las personas. Así como la vacunación obligatoria.
Martín Arévalo,
ANR.
Ya esto es una tendencia mundial en los países del primer mundo (sobre el pase sanitario para circulación).
Arnaldo Franco,
ANR.