Luego del motín ocurrido en Buen Pastor el martes pasado se realizaron inspecciones en el lugar. Además de una superpoblación con 400 mujeres privadas de su libertad, se constató que varias internas viven en condiciones deplorables.
La jueza Ana Maria Llanes, quien intervino el lugar dijo que entre 10 a 12 internas duermen en el suelo, mientras que reclusas que cuentan con camas duermen encimadas por la falta de espacio.
Para Llanes esta situación no es recomendable para el fin de la correccional que es la rehabilitación de las internas.
Si bien el Ministerio de Justicia decidió realizar el traslado de internas a otros centros del interior del país, esta disposición no se está cumpliendo, manifestó la jueza en la 780 AM.
En diciembre del año pasado el penal de Tacumbú cerró sus puertas con 4.030 internos con el objetivo de hacer frente al hacinamiento del lugar que tiene una capacidad de solo 1.687 reclusos.
A seis meses de la disposición la cantidad de internos se redujo a 2.910, en contrapartida aumentó la cantidad de personas en el penal de Emboscada.