22 may. 2025

Empresarios piden analizar con cautela ajuste del salario mínimo

Representantes de los gremios empresariales se refirieron ayer a la posibilidad de encaminar un nuevo aumento del sueldo base vigente en el Paraguay, lo cual estaría siendo evaluado próximamente por el Consejo Nacional de Salarios Mínimos (Conasam).

Al respecto, Beltrán Macchi, presidente de la Federación de la Producción Industrial y el Comercio (Feprinco) por el sector de comercio y servicios, sostuvo que el mecanismo para ajustar el salario piso está establecido por ley y que, teniendo en cuenta esto, abogan porque el proceso legal correspondiente se cumpla.

Agregó que la alta inflación que se vive actualmente –aspecto central que motiva el debate sobre el salario mínimo– tiene un componente fundamental en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y sus efectos, junto con una contraparte local producto de la expansión monetaria en pandemia que el Banco Central del Paraguay (BCP) busca neutralizar en la actualidad. En este escenario, Macchi instó a la cautela antes de procurar un incremento “por encima de lo razonable y con base a la coyuntura”, ya que esto puede tener repercusiones negativas sobre la economía en el caso de que el panorama vaya cambiando en los próximos meses.

“El precio del petróleo puede bajar y nos quedaríamos (en ese caso y de haber un aumento muy fuerte del sueldo mínimo) con un componente de costos de salarios que presione los precios”, ejemplificó. En ese sentido, consideró que un incremento como el que piden referentes sindicales (30%) terminará reduciendo el empleo formal “en forma importante”.

“Un ajuste desmedido alimentará más la inflación y sabemos que la inflación es el impuesto más injusto, pues afecta más al de menores ingresos. Respetar la ley y cautela es la consigna”, añadió.

Más. En una línea similar, Ernesto Figueredo, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios de Paraguay (Cncsp), aseguró que la normativa vigente en la materia establece el proceso para la suba del sueldo base, pero aseguró que se debe tener “mucho cuidado” en no tomar una decisión con base en cuestiones temporales que afecte permanentemente.

Recordó que muchas empresas en el plano local todavía no se recuperan plenamente de la crisis sanitaria causada por el Covid-19 y que si se deciden incrementos de salarios que las empresas más pequeñas no van a poder soportar se estaría adoptando una política de exclusión, o que favorezca o empuje a la informalidad.

Agregó que, a su parecer, sería mejor esperar al cierre del primer semestre del año antes de decidir una nueva variación del sueldo base. “Esto es coyuntural, tenemos una inflación afectada por las variables de la guerra y otras de la pos pandemia (...) hay que buscar un equilibrio y creo que eso se puede dar mejor en el mes de junio”, expresó.

Finalmente, Jaime Egüez, titular del Club de Ejecutivos, aseguró que la suba de precios que se evidencia a nivel local provocará de forma inevitable una variación del sueldo mínimo vigente. No obstante, consideró: “Lo que nos preocupa realmente es que, por la falta que tenemos de formalización en el país, se va acabar afectando a la matriz de los empleados formales, que están pagando IPS y que están estructurados, y el resto del mercado laboral que es bastante extenso, el informal, no va a estar sujeto”.


La Cifra
G. 2.500.000
podría ser la referencia que alcance el sueldo mínimo legal vigente, según estimaciones con base en los datos de inflación.