El referente del Núcleo de Empresas Gastronómicas del Paraguay participó el miércoles pasado de la caravana contra la corrupción e impunidad que se realizó en la Costanera de Asunción.
Cuestionó que mientras la ciudadanía está encerrada por cerca de 85 días, confiada en que el Gobierno y los tres Poderes del Estado puedan realizar un buen trabajo para retomar luego las actividades, solamente “vimos que ellos aprovecharon para plantar negociado tras negociado”.
Añadió que los tres poderes del Estado comparten la culpa en la crisis que vivimos.
“Hay un grito desesperado que clama ¡basta! ¡Basta de la corrupción y de la impunidad! Si ahora, en plena pandemia no respetan nada, cuándo va a ser el día en que el Gobierno o las autoridades van a decir que la plata del pueblo es sagrada, la plata pública no se toca”, exclamó.
Alertó que la caravana en la Costanera fue una muestra del hartazgo ciudadano, donde hubo prácticamente ocho kilómetros de vehículos (cuatro kilómetros a doble fila), y más de dos horas de bocinazos. “Fue una caravana espontánea en Asunción, en Pedro Juan Caballero, Encarnación, Pilar, Campo 9, y otros lugares más del interior del país”, rememoró.
Precisó que la cultura de la manifestación y la protesta va aumentando en nuestro país, porque la gente tiene el derecho, y casi la obligación, de protestar cuando las cosas no se hacen bien.
Miserables. Sobre los casos de corrupción en plena pandemia, opinó que se están rozando niveles de miserabilidad muy grandes, “muy fuertes”, mientras que “hay gente que se quedó sin trabajo”. “Si todos estamos haciendo esfuerzos mancomunados para cuidar cada guaraní, cómo puede ser que en el Gobierno salten fatos tan nauseabundos como los de la Dinac, el Ministerio de Salud o Petropar. Nos da la pauta de que nuestra clase dirigente no toma en serio su rol de liderazgo. Entonces, si es que tenemos situaciones así en plena pandemia, y el pueblo no se levanta y dice ‘no está bien esto’, no sé cuándo lo vamos a hacer”, se preguntó.
Agregó que la mejor manera de luchar contra la impunidad es denunciando los actos de corrupción, con manifestaciones que presionen a la clase política a actuar mejor.
“Acá en Paraguay a través de la presión pública, a través de la presión de los medios de prensa, de la ciudadanía, te puedo asegurar que los administradores van a cuidar más el dinero, los jueces van a aplicar mejor la ley, porque nadie quiere sentir un escrache en su casa, nadie quiere que su nombre sea manoseado todos los días”, reflexionó.
Alentó a la ciudadanía a pensar con claridad en las elecciones, porque es importante empezar a votar por personas diferentes, no por los mismos de siempre. “Y tenemos que controlar que no se roben las elecciones como se robaron siempre. De esa manera, a través de personas idóneas, podemos hacer muchos cambios. Si cambias mucha gente dentro del Poder Legislativo, te puedo asegurar que vas a cambiar mucha gente dentro del Consejo de la Magistratura, dentro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, dentro de la Corte Suprema de Justicia”, vaticinó el empresario.
Aplazado. Cuestionó la falta de firmeza del presidente Mario Abdo durante este tiempo de pandemia.
“Veo una actitud muy tibia del presidente en ese sentido, porque él tenía informes bien claros que le indicaban que sus administradores habían incurrido en hechos ilícitos, entonces en vez de estar esperando el resultado de sumarios podría haberle dicho por ejemplo a Édgar Melgarejo (ex titular de la Dinac), ‘quiero que des un paso al costado para que se investigue esto en forma libre e independiente’, y no esperar a que todo reviente como reventó. Fue el colmo, porque si yo soy presidente tengo que actuar con mano firme, demostrar que soy yo el que comanda la República”, criticó.
Advirtió que la deuda que se está pretendiendo asumir con Itaipú es totalmente irresponsable, y calificó la idea de “criminal”.
Censuró la nula política para racionalizar el gasto y añadió que las micro, pequeñas y medianas empresas están en quiebra técnica, por lo que muchas personas quedarán en la calle, y muchos emprendedores “en sus casas con los sueños rotos”.
Si todos estamos haciendo esfuerzos para cuidar cada guaraní, cómo puede ser que en el Gobierno salten fatos tan nauseabundos.